CURIOSIDAD

Un Mercedes 300 SL 'Gullwing' en un hangar

José Miguel Vinuesa
01/01/2017 13:47

Sigurd Nygren era huérfano, aunque tenía un hermano gemelo. Crecieron en una comunidad escandinava en la costa de Oregón, Estados Unidos. Sigurd, para salir adelante, se unió a la marina mercante en la que trabajó como ingeniero mecánico, y obtuvo con esfuerzo el carnet de piloto de aviones. Hasta que un día de 1955 se enamoró. Allí estaba, con sus alas desplegadas recordándole a su pasión por el vuelo. Era el Mercedes 300 SL. Y, como pudo, lo compró.

Añadió algunos elementos cuando le fue entregado, como un retrovisor interior, termómetro, altímetro. Cosas que creyó necesarias dada su orientación aventurera. Y con él salía a disfrutar de su tiempo libre. Incorporó luces antinieblas y un radiocasete de ocho pistas. Volando por las carreteras con las alas plegadas, envuelto en la belleza que sólo el 300 SL podía entregar.

En los 20 años que lo condujo activamente, lo trató con mimo, y le hizo sólo 30.000 millas –unas de 48.280 kilómetros–. Hasta que un día, hacia 1976, dejó de hacerlo y lo guardó en su hangar, junto a algunos de sus aviones. De vez en cuando, la gente del lugar recuerda haberlo visto rodar poco tiempo por la pista. Porque Sigurd seguía cuidando a su 300 SL. Pero un día lo cubrió con una funda, y no lo volvió a utilizar jamás.

Hasta que murió en 2013. Tres años después, su mujer Rosalie se apagó también, dicen que por el dolor de la pérdida de Sigurd. Su hijo Wally fue un día al hangar. Los viejos aviones, con las alas cubiertas. Y lo que parecía un coche tapado. Quitó la manta, y allí estaba. Tan rojo como siempre. Tan precioso como nunca. El 300 SL que había sido el sueño de su padre, el amor a primera vista.

Está tan en perfecto estado, que la casa de subastas Gooding and Company’s, en Scottdale, espera obtener por él entre 900.000 y 1.000.000 de dólares –unos 950.000 euros– el próximo 20 de enero. Sí, quien lo compre adquirirá un coche legendario en perfecto estado original, pero también heredará la historia de un amor. Y eso no tiene precio.