DISEÑO CONCEPTUAL

Suzuki Cappuccino 2020: una visión renovada del biplaza deportivo japonés

José Miguel Vinuesa
05/11/2018 09:37

El Suzuki Cappuccino fue un biplaza descapotable que pasó bastante desapercibido en el mercado europeo, entre otras cosas porque estaba pensado principalmente para Japón. Sin embargo, se trata de un modelo interesante, y que en las manos del diseñador Pol Santos rejuvenece con el aspecto que tendría en 2018.

Fue en 1987 cuando Suzuki quiso adoptar una imagen más deportiva, por lo que se puso a trabajar en un proyecto basado en los clásicos 'roadster' británicos: un coche pequeño, biplaza y descapotable, que aunara diversión y deportividad. Dos años después, en 1989, el Cappuccino fue presentado en el Salón del Automóvil de Tokyo.

Sin embargo, no sería hasta noviembre de 1991 que se lanzó el modelo al mercado japonés, bajo el diáfano lema de  "Cumplir el sueño del cliente con un deportivo muy accesible". Y cumplía con ello. Equipado con un pequeño motor de 650 centímetros cúbicos turbo, entregaba 63 caballos para apenas 700 kilogramos. Puede sorprender, pero respondía a la gama del ‘kei car’: un coche pequeño de poco consumo y emisiones, pero atractivo y con beneficios fiscales.

Justo un concepto que hoy en día sería altamente atractivo. De ahí que el diseño propuesto por nuestro colaborador Pol Santos no sólo ofrezca una versión actual del modelo, sino un concepto en sí mismo de hacia dónde podría –o debería- dirigirse la automoción en un futuro próximo: un coche pequeño, urbano, de bajas emisiones y consumo, pero excitante al aspecto y al volante. Justo lo que se logra con la versión moderna.

Los elementos clave del diseño del Cappuccino original siguen estando ahí, pero con mucha más potencia visual. Por ejemplo, el frontal gana en agresividad gracias a un perfil mucho más anguloso que el redondeado modelo original, además de con la aparición de un 'splitter' frontal y de faros de led mucho más pequeños, incorporando los antiniebla en vez de los intermitentes. Junto a ello, una abertura de refrigeración que dota de personalidad al conjunto.

En el lateral, llaman la atención las taloneras en color negro que incluyen el nombre del modelo y que otorgan músculo al coche, aspecto al que ayudan unos pasos de rueda algo más prominentes y unas llantas de mayor tamaño. Interesantes otros dos detalles. El primero, la reinterpretación de las salidas de aire detrás del paso de rueda delantero. El otro, el giro que se produce en el pilar C, donde la carrocería invade la zona de la capota en una forma que nos recuerda vagamente al Alfa Romeo 4C.

Obviamente, el Cappuccino gana en rotundidad. ¿Motor? Uno pequeño, no necesita nada más. ¿Y qué mercado? Bueno, el modelo original acabó llegando a Inglaterra en 1993, llegando también a Alemania, Suecia u Holanda. Eran otros tiempos, y Suzuki tenía otros planes. Pero hoy, un coche así podría ser todo un éxito entre los que se adecúan a los nuevos tiempos sin dejar de soñar con coches atractivos. Este Cappuccino sería la respuesta.