Renault Symbioz: coche y casa, conectados
Renault ha presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt su prototipo para una movilidad de futuro limpia: el Renault Symbioz, un coche eléctrico y autónomo, y que según la marca será el coche para 2030 en adelante.
El nombre no es casual, ya que hace alusión a ‘simbiosis’, y es aquí donde llega una de las grandes novedades. Esa fusión se produce con nuestra casa, en la que el coche tiene una función interactiva, con un departamento exclusivo para el vehículo.
"La forma en que usamos nuestro coche está cambiando", ha dicho Thierry Bolloré, vicepresidente de la marca. "Un coche es mucho más que un modo de ir a un sitio a otro. Lleno de tecnología, se trata de un espacio interactivo y personalizado con el que interactuar los pasajeros con otros coches, personas u objetos."
El Symbioz combina dos motores eléctricos alojados en el eje trasero, y que entregan su potencia a cada una de las ruedas. La potencia total es de 680 caballos, y alcanza los 100 kilómetros por hora desde parado en tan sólo 6 segundos. Junto a ello, en 20 minutos podremos tener un 80% de la carga gracias a un sistema de recarga inductivo de las baterías. La autonomía estimada del modelo es de 500 kilómetros. Llaman la atención la apertura de las puertas, que deja libre el espacio de acceso, así como un interior con asientos de posición variable, y un ambiente de moderado futurismo, sin estridencias.
Laurens van den Acker, jefe de diseño, revela que han trabajado con "diseñadores, ingenieros y arquitectos para crear una experiencia global. No podemos pensar más en el coche como un elemento aislado del ecosistema que nos rodea." De ahí la fuerte interacción con la casa inteligente, si bien no se han dado muchos detalles de cómo funcionarían.
Un prototipo funcional se espera para finales de este año. Sin duda, el Symbioz será una buena base con la que desarrollar los futuros modelos eléctricos de la marca, ya anunciados. Que en 2030 tengamos un coche como el Symbioz está por ver, pero las capacidades que promete sí que parecen realistas. Y cuando Renault mira al futuro, suele acertar.
