La imaginación en torno al coche eléctrico
Los coches eléctricos son el futuro. Con matices y en un plazo indeterminado, pero son el futuro. Mientras los fabricantes trabajan en mejorar la autonomía y la eficacia de las baterías, se está desarrollando un campo de investigación paralelo para mejorar los tiempos de carga. Las tecnologías de estaciones de carga ultrarrápidas y portátiles avanzan a la par del coche eléctrico, abriendo nuevos modelos de negocio.
Una de las soluciones más atractivas es la propuesta por Smartflower, una empresa con una amplia reputación en el sector de la energía fotovoltaica. Bajo el nombre de Pop-e, este fabricante ha desarrollado un sistema de energía solar combinado con una estación de carga adaptada a vehículos y bicicletas eléctricas. Totalmente plegable en un pequeño cajón, este sistema con 18 metros cuadrados de paneles solares es capaz de generar una potencia eléctrica que carga un coche estándar en menos de una hora.
Ecole Polytechnique Federale ha desarrollado un sistema de carga capaz de recargar un vehículo eléctrico al completo en sólo 15 minutos. El gran secreto de esta estación de recarga es que no se hace una 'carga directa' del vehículo, sino que hay una batería de gran capacidad que realiza un papel de intermediario. Esto permite cargar al vehículo en una velocidad muy superior al de un sistema habitual. Su gran ventaja es que no implica cambios en la tecnología, tomas y batería de los coches eléctricos actuales.
Aunque sólo hemos ejemplificado esta carrera evolutiva con dos tecnologías de actualidad, lo cierto es que el desarrollo de estaciones de carga ha dibujado nuevas alternativas de negocio. Y es que una estación de carga eléctrica puede marcar diferencias, como demuestra el repunte de turismo rural en ciertos pueblos de Castilla y León entre los usuarios de coches eléctricos. El motivo no es otro que la instalación de puestos de carga Sirveac. Está claro que el vehículo eléctrico es un segmento que dibuja muchas posibilidades a su alrededor.
