CURIOSIDAD

KITT, el coche no tan fantástico de conducir

30/08/2016 13:29

Toda una generación creció con 'El coche fantástico'. Esta emblemática serie de los 80 estaba protagonizada por Michael Knight (David Hasselhoff) y por un coche autónomo llamado KITT (Knight Industries Two Thousand) que servía de aliado para combatir a los delincuentes y defender a los pobres. Una máquina perfecta con un actor de carisma, poco más se podía pedir a este serie de ciencia ficción.

No obstante, KITT era la respuesta al coche que todo niño -y no tan niño- había soñado antes de su aparición. Y es que bajo su aspecto de deportivo y su color negro se escondía un coche autónomo y futurista con una IA autoconsciente con capacidad de hablar e interactuar con su piloto. A este hecho había que sumar unas prestaciones de infarto y un buen puñado de botones mágicos que conseguía elevar a KITT a se punto entre el mito y la admiración que ha mantenido durante dos décadas.

Sin embargo, como suele pasar en Hollywood y en las series de ciencia ficción, tras el coche fantástico se esconde una realidad muy distinta. KITT es un coche incómodo y que según los chicos de 'RegularCars' es poco más que una basura para conducir. Vibraciones por todas las partes, un habitáculo de reducido tamaño y una consola central que roza lo absurdo son algunas de las quejas que han proferido tras poder probar a KITT en la vida real.

A este hecho hay que sumar que tiene un volante peligroso y que por ejemplo no cuenta con espejo retrovisor en el interior debido a la gigantesca y por otra parte inútil consola de mandos en el techo. No es mucho mejor el salpicadero principal con dos pantallas inútiles, aunque lo que hace a KITT un coche difícil de conducir -quizá por eso era autónomo- es la posición del volante y su extraña forma que convierte cada giro o cada toque a la palanca del intermitente en una maniobra absurda.