CURIOSIDAD

Ésta es la historia del Quadrifoglio Verde de Alfa Romeo

José Miguel Vinuesa
28/04/2017 09:00

Era un 15 de abril de 1923, en la Targa Florio. Allí, el piloto oficial de Alfa Romeo, Ugo Sivocci, iba a participar con un Alfa Romeo RL-S, en un equipo formado por él, Antonio Ascari, Giulio Masetti y Enzo Ferrari. Pero Ugo, que era un piloto ya asentado, decidió añadir a su modelo un símbolo distintivo que le diese suerte. Y optó por un trébol de cuatro hojas, enmarcado en un fondo blanco. Acababa de nacer el Quadrifoglio Verde.

En este vídeo de Fiat-Chrysler Heritage nos explican ese origen y la trayectoria del famoso símbolo y es que ese 15 de abril, la victoria iba a ser para Ascari, pero cuando estaba cerca de la meta, su Alfa Romeo se quedó parado. Sivocci, con el coche numerado con el 13, llegó a su altura y lo superó.

Pasaron 14 minutos hasta que el coche de Ascari cruzó la meta. Y así, Sivocci, que había sido protector de Enzo Ferrari, que estaba en busca de una gran victoria, lograba vencer en la legendaria Targa Florio. Era la primera vez que Alfa Romeo conseguía ese triunfo.

Sivocci usó su símbolo personal durante el año, pero no lo hizo en el Gran Premio de Italia, en Monza, el 8 de septiembre. Y un accidente acabó con su vida. Desde ese momento, los Alfa Romeo de competición llevaron el Quadrifoglio Verde, pero ya no en un rombo, sino en un triángulo, como recuerdo y como señal de que en el equipo faltaba un miembro para conformar los cuatro pilares del equipo: Ferrari, Ascari, Masetti. Sivocci.

Pero el símbolo traspasó los nombres y las épocas y se convirtió en el emblema deportivo de Alfa Corse. Lo llevaban los Alfa 158 y 159 que vencieron los dos primeros mundiales de Fórmula 1. Lo llevaban los coches de la categoría sport. Y cuando la marca lanzaba un modelo de alto rendimiento, se le apellidaba como Quadrifoglio Verde, o su abreviatura QV. El último, el Giulia.

Cosas del destino, este año los Ferrari de F1 llevan el Quadrifoglio en su capó motor y en los monos de los pilotos y parece que les da la buena suerte, el objetivo principal por el que se creó.

Quizás pueda ser considerado una aberración histórica y de marca, pero cuando uno piensa en la íntima amistad que unió a Ferrari y Sivocci, nada importa. Si un Alfa Romeo no está en pista, espiritualmente es un Ferrari el único que puede arrogarse ese símbolo. Romanticismos, porque se debe a cuestiones comerciales en realidad.

El símbolo del Quadrifoglio Verde es el emblema que, a través del tiempo, nos indica que ese modelo lleva en sus genes la rica historia de la competición de la marca de Il Biscione. Todo empezó en la Targa Florio. Fue por Ugo Sivocci. Es Alfa Romeo.