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El FSUPV Team, vivero de ingenieros de competición

José Miguel Vinuesa
01/10/2017 12:20

El FSUPV Team, el equipo de la Universidad Politécnica de Valencia, comienza los preparativos para participar por quinto año consecutivo en la Fórmula Student, la competición entre universidades de todo el mundo que permite el aprendizaje y desarrollo de alumnos de ingeniería con miras a una formación práctica en el ámbito de las carreras.

Se trata de una competición muy interesante, conocida como la Fórmula 1 de los estudiantes, en la que tienen que diseñar, fabricar y poner a punto un monoplaza de competición para competir a nivel mundial. El campeonato cuenta con dos tipos de pruebas, las estáticas, donde los estudiantes demuestran sus conocimientos frente a jueces cualificados en sus respectivos campos. Dentro de ellas encontramos el ‘Design Engineering’, en la que se justifica cada decisión tomada a lo largo del diseño del coche; la ‘Cost’ consiste en un análisis del coste y un desglose de las actividades que requeriría por parte de una empresa para fabricar el prototipo completo teniendo en cuenta los tiempos y los recursos; y por último el ‘Bussines plan’, en la cual hay que inventar un plan de negocio y convencer a los jueces -que fingen ser inversores– de la viabilidad real del proyecto.

Luego están las pruebas dinámicas. En el caso de la ‘Skid-pad’, consiste en realizar una maniobra en forma de 8 en un circuito marcado, la ‘acceleration’, en la que se exprime el motor en una recta de 75 metros donde el coche demuestra su aceleración, la ‘Autocross’, que equivaldría a una vuelta rápida a un circuito diseñado para la prueba, y que en función del tiempo logrado se definen los puestos de salida para la prueba de resistencia conocida como ‘endurance’, 22 kilómetros en los que se pondera el consumo del coche para controlar su eficencia.

Una competición integral que coloca tanto al coche como a los estudiantes al límite en todas las situaciones posibles en el ámbito de competición o industria, y que supone una toma de contacto inicial muy interesante en el mundo de la competición en todos sus sentidos.

El equipo de la Universidad Politécnica participó el año pasado en las tres pruebas internacionales en Hockenheim -Fórmula Student Germany-, Montmeló -Fórmula Student Spain- y Assen -Fórmula Student Netherlands-, en la cual consiguieron el primer puesto. Un equipo formado íntegramente por estudiantes que se dividen en áreas disciplinares: chasis, suspensión, motor y transmisión, aerodinámica, electrónica y diseño y comunicación.

Cada una de estas disciplinas está dirigida por un coordinador que es el que distribuye las tareas dentro de cada campo, y se encarga de que todo esté a tiempo. Por su parte, la junta de coordinación se encarga, desde un punto de vista con más perspectiva, de que se cumplan los objetivos que se marcan a principio de temporada. Todas las decisiones e ideas se gestionan a nivel interno por los estudiantes. Además, como novedad, el equipo cuenta con un sistema de admisión de nuevos miembros llamado FSUPV Academy, donde se forman durante un año antes de entrar al equipo. Una iniciativa muy atractiva que el año pasado contó con 80 solicitudes.

El equipo debe crear todas las piezas del coche. Y así, el proceso va desde el desarrollo de modelos al diseño, que incluye optimización mediante simulaciones, de la pieza en ordenador. Se crean luego los modelos de fabricación, las piezas en fibra de carbono laminadas por los estudiantes y curadas en un horno propio, y se someten luego a pruebas específicas. El entramado del equipo llega a la adquisición de datos mediante un sistema diseñado y creado por los propios alumnos. Como puede verse, hablamos de ingeniería de alto nivel, aunque a escala, pero que dota a los miembros del equipo de una visión muy amplia de lo que es un equipo, además de inculcar un nivel de competencia elevado desde los primeros pasos en el mundo de la competición.

El prototipo de la temporada pasada, el FSUPV 04, fue el concepto más ligero y más rápido del equipo hasta la fecha, con un chasis hibrido de fibra de carbono y acero y un sistema de admisión rediseñado para sacar el máximo partido a la restricción de aire de la normativa. Con un peso de 215 kilogramos y 70 caballos de potencia acelera de 0-100km/h en 3.8 segundos. Muy respetable. En Holanda, el equipo se proclamó vencedor absoluto de la competición en las pruebas dinámicas, quedó segundo en eficiencia, y tercero en diseño, lo que le convirtió en el primer equipo español de la categoría de combustión en vencer una prueba. Los resultados en Alemania y España propiciaron que por tercera vez, el FSUPV Team sea el mejor equipo español de combustión.

Desde el equipo nos cuentan que este año se esperan grandes rediseños técnicos que permitirán al equipo bajar mucho el peso del coche, hacerlo más rápido y más fiable, además de mejorar los modelos de cálculo y simulación para minimizar el error con pista. Como ejemplo, es su túnel de viento a escala, una mejora del mapa motor gracias a un banco motor que construyeron el año pasado o la mejora de un modelo desarrollado por el equipo para conocer su comportamiento dinámico. En definitiva, aumentar y mejorar los conocimientos técnicos del equipo.

Por supuesto, este proyecto se trata de un vivero de ingenieros, algunos de los cuales ya han llegado a marcas de nivel internacional. No sería posible sin la financiación corre en parte a cargo de la Universidad Politécnica de Valencia, pero también de empresas privadas que colaboran con herramientas y materiales, pero para poder crecer y mantener el nivel mostrado, y competir de tú a tú con equipos de otros países, las empresas privadas pueden realizar su aportación. Por supuesto, como el equipo de carreras que son, el logo del patrocinador aparece en el monoplaza, logrando una repercusión interesante a nivel internacional, pues se trata de una competición que poco a poco va despertando mayor interés.

Pero sobre todo, se trata de una cantera de técnicos que en un futuro no tan lejano pueden llegar a trabajar en competiciones de nivel, y que serán la prueba palpable del trabajo de futuro que la Fórmula Student supone: crear ingenieros con una formación inicial de mucho nivel. Que España cuente con equipos como éste es algo que debemos valorar, puesto que no sólo de pilotos se nutre nuestra participación en las competiciones. La excelencia de los técnicos del futuro nace aquí, y es algo que debemos cuidar con esmero.