El Renault Mégane celebra sus bodas de plata
El Renault Mégane cumple 25 años. El popular compacto de la marca del rombo se presentó en el Salón de Frankfurt de 1995, celebrado en el mes de septiembre. Un cuarto de siglo y cuatro generaciones después, el modelo entra en la electrificación con una versión híbrida enchufable de su variante Sport Tourer que le confiere 50 kilómetros de autonomía eléctrica.
El Mégane nació para ser el sucesor del Renault 19, que se había presentado en 1988. Una de las obsesiones en aquel momento de la marca del rombo fue contener su coste de producción, en tanto que descubrieron que era muy superior al de propuestas equivalentes de la competencia. Para conseguirlo, compraron y analizaron pieza a pieza otros vehículos.
"Para tener éxito, teníamos que aprovechar la fama de calidad del Renault 19, pero además ofrecer más prestaciones al cliente, con un contenido más generoso y atractivo", explica Michel Faivre-Duboz, que fue el responsable del proyecto de lanzamiento de la gama Mégane.
Faivre-Duboz envió una ‘misión de observación’ a la fábrica holandesa que Volvo compartía con Mitsubishi, que tenía en circulación un modelo que competía con el 19, el Colt. De ahí viajaron a Japón para acabar de comprender cómo podían abaratar su producción. Descubrieron que su coste unitario era un 30% inferior al de Renault.
Renault alquiló un ejemplar del Mitsubishi Colt y constataron que su competitividad no procedía de su concepción, sino de las compras y de una producción con un yen en horas bajas. Fue ahí donde nació la idea de desarrollar una familia Mégane, "pasar del diseño del coche para todos al del coche para cada uno", para ampliar su versatilidad.
El primer Mégane conservó la plataforma original del 19, así como su gama de motores y su bloque delantero. Al poco de presentarse, generalizó a toda su gama el eje trasero de cuatro barras para mejorar la estabilidad en curva, después de ser criticado en la prensa especializada. El punto de inflexión llegó en 1996, cuando se introdujo el monovolumen y la producción diaria se cuadriplicó de 600 a 2.200 unidades.
El Renault Mégane también mantiene un idilio con España, pues la fábrica que la compañía regenta en Palencia ha producido más de cinco millones de unidades de todas las generaciones en las tres últimas décadas. En 2004 estableció un récord en calidad de superventas con 117.000 unidades comercializadas en el país.
