CURIOSIDAD

Se cumplen 90 años del récord del coche-cohete de Opel

25/05/2018 09:48

El ser humano se alimenta de retos y desafíos, esos que estimulan su capacidad de innovar y superarse a si mismo para llevar al límite su ingenio y tecnología. En la actualidad, también suponen una importante herramienta de marketing con los que poner en el mapa un producto o marca y diferenciarlo de sus competidores.

Y esto mismo fue exactamente lo que hizo Opel  hace 90 años y su coche propulsado con cohetes con el que batió numerosos récord de velocidad en un ya muy lejano 1928. La hazaña fue obra de Fritz von Opel, que con el denominado Opel RAK 2, un vehículo con pequeñas alas propulsado por 24 cohetes de combustible sólido, logró alcanzar los 238 kilómetros/hora sobre el asfalto del circuito alemán de Avus ante la atónita mirada de más de 3.000 espectadores.

La hazaña no fue fruto de la casualidad o locura del joven Fritz van Opel. Su interés por los cohetes y fórmulas de propulsión alternativas en una época donde se soñaba con llegar a la Luna, supuso que iniciara un proyecto de investigación con cohetes junto al astrónomo Max Valier. La tercera pata del equipo sería el experto Friederich Sander, especializado en arpones explosivos y ganador del concurso coche-cohete convocado por Opel poco antes.

En un primer ejercicio, diseñaron y construyeron el Opel RAK 1, basado en el Opel 4/12 de producción y que estaba impulsado por 12 cohetes Sander cargados con 40 kilos de explosivos. En la pista de prueba que los alemanes tienen en Rüsselheim consiguieron alcanzar los 100 kilómetros/hora en apenas 8 segundos, una cifra al alcance de muchos coches actuales, pero asombrosa hace casi un siglo. El resultado fue todo un éxito: se probó la viabilidad de este tipo de propulsión y Opel prometió hacer pruebas a mayor velocidad.

Para el asalto al récord definitivo, pusieron todo el conocimiento disponible y también algo de locura, ya que el Opel RAK 2, que estaba basado en el Opel 10/40 PS de la época y contaba con un “motor” demencial: ¡nada menos que 24 cohetes con un empuje de 6 toneladas! El peso total apenas llegaba a los 560 kilos gracias a que elementos como la transmisión o el motor de combustión simplemente no existían. En las fotos se puede apreciar como las alas crecen de tamaño respecto al RAK 1, y también es un vehículo mucho más bajo y aerodinámico.

23 de mayo de 1928, el gran día había llegado. Opel encontró en el circuito alemán de Avus, el escenario ideal para su loca idea, gracias al trazado con dos largas rectas de 8 kilómetros de longitud cada una y que estaba unidad por curvas peraltadas de 180 grados.

Al volante, el mismísimo Fritz van Opel con ganas de culminar su idea y dar un gran empujón comercial a Opel. Una vez presentado al público la máquina e instalados correctamente cada uno de los 24 cohetes, Fritz tomó asiento del enorme petardo con ruedas. Cada uno de los cohetes eran activados mediante ignición eléctrica secuencial activada por la presión de un pedal situado en la cabina y la hazaña tuvo sus tintes épicos ya que no se trataba de una aceleración hasta el infinito, sino que el joven sucesor de la saga Opel debía superar la primera curva peraltada a la máxima velocidad posible para lograr el récord en la recta posterior…

“He pisado el pedal de ignición y los cohetes han rugido detrás de mí y me han lanzado hacia delante. He vuelto a pisar el pedal, luego otra vez, y se apoderó de mí una especie de furia una cuarta vez. Ha desaparecido todo lo que había a mis dos lados... La aceleración me produjo una gran excitación. He dejado de pensar. He actuado únicamente por instinto, mientras que unas fuerzas incontrolables rugían detrás de mí", manifestó Fritz von Opel nada más bajarse del Opel RAK 2.

El empresario nacido en Rüsselsheim tomó bien la curva norte y logró evitar que el coche despegara del suelo, ya que las alas no generaban suficiente apoyo aerodinámico para la gran velocidad alcanzada. En solo tres minutos todo había terminado. El RAK 2 rodó lentamente hasta pararse, la gran columna de humo blanco se disipó en el cielo de Berlín y dio paso al ensordecedor aplauso de los espectadores.

Von Opel alcanzó una velocidad de 238 kilómetros/hora y su nombre fue conocido en toda Alemania en apenas unas horas. La marca Opel recibió rápidamente reconocimiento por el coche más avanzado e innovador del momento. La era de los cohetes había comenzado.

Sin duda una historia épica y un récord alucinante del que este año se cumple el 90º aniversario.