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2020: Madrid Central se endurece con restricciones al aparcamiento

01/01/2020 11:00

Desde hoy es más difícil aparcar en el espacio conocido como Madrid Central, la zona de restricciones al tráfico que la capital inauguró con la alcaldía de Manuela Carmena y que el consistorio actual ha conservado con algunas modificaciones después de que la posibilidad de enfrentarse a denuncias judiciales le impidiera suprimirla como pretendía inicialmente.

Madrid y Barcelona han encarado el problema de una forma muy diferente, con limitaciones a la circulación más drásticas en el caso de la Ciudad Condal. En Madrid la zona de Madrid Central tiene unas 500 hectáreas y el consistorio ha elegido la vía de restringir el aparcamiento.

De modo que sólo pueden circular los vehículos de los residentes —sean de propiedad o en usufructo—, los que gozan de las etiquetas 0 o ECO, o los que teniendo la etiqueta B o la C aparquen en un parking público o privado, o en un garaje particular privado. Sólo en los episodios de alta contaminación los vehículos B no podrán acceder a la zona.

Los vehículos sin distintivo no podrán aparcar ni en los aparcamientos públicos ni en los privados, ni siquiera usar la de los particulares residentes, cosa que se podía hacer hasta la fecha gracias a las 'invitaciones'. La única excepción son los residentes empadronados en el barrio, que sí podrán hacerlo y aparcar en los parkings públicos, pero dentro de su mismo barrio únicamente.

Por supuesto habrá excepción de momento para los vehículos de servicios de emergencia o de reparación urgente de servicios básicos y otros casos. Por ejemplo, se permitirá entrar en Madrid Central a los vehículos que circulan para llevar o ir a buscar a los niños a las escuelas infantiles, sí ésta está en Madrid Central, o a las personas de movilidad reducida.

Se han habilitado las calles Mártires de Alcalá y Seminario de Nobles para favorecer la comunicación del barrio de Argüelles. Y también se autorizará, por un año, a vehículos sin etiqueta a aquellos que sirvan para satisfacer las necesidades del tejido social y productivo, así como los vehículos de distribución. La lista de excepciones es amplia.