Brown tiene un marrón

04/09/2018 11:18

Esta temporada 2017, desastrosa si tenemos en cuenta las expectativas, ha servido de lección de humildad para McLaren. Y quizás en lugar de fijarse en glorias pasadas ha mirado los sinsabores por los que atraviesa el equipo Williams, de los que no levanta cabeza. Y es que la historia entre ambos equipos tiene muchos paralelismos, muchos puntos de encuentro entre Sir Frank Williams y Ron Dennis, y también desencuentros. 

Zak Brown y sus hombres tienen un espejo donde mirarse. Y está claro, jugando con su nombre, que 'El Zar' sabe que tiene un auténtico 'marrón'.

Zak Brown ha asumido la lección. Hombre de marketing, debe admitir que algunos errores de comunicación en el pasado convierten su situación actual en todavía más dramática.

"No vamos a seguir cometiendo ciertos errores del pasado, como el de hacer comentarios demasiado entusiastas, ir pregonando que tenemos el mejor chasis y el problema está sólo en el motor", ha explicado Brown 

La realidad de este año ha sido cruda, dura, despiadada, implacable. Si en las tres temporadas anteriores pudieron escudarse en el motor Honda, ahora con el motor Renault han salido a la luz todas las miserias… que vienen de lejos.

"Nuestro decalaje técnico es importante. Estamos a años luz. Y llevará años recuperar el terreno perdido y alcanzar lo que defino como 'categoría de combate'", admitió Brown a Emmanuel Touzout, del medio francés Motorsport.nextgen-auto.  

Brown admite que la confusión interna era prácticamente total. "Teníamos gente inadecuada en los lugares inoportunos. Y gente muy válida en puestos equivocados. No éramos un equipo de carreras. Había demasiados jefes. No es una cuestión de competencias, sino que, como en una cocina de un gran restaurante, debe quedar claro que hay un solo jefe de cocina. Faltaba el líder y teníamos una organización demasiado complicada".

Quizás fue por eso que Jos Capito tuvo un pasaje tan rápido por el equipo. Duro apenas cinco meses. Cuando se marchó, muchos pensaron que era la primera víctima de la guerra entre accionistas, pero posiblemente Jos -que venía de Volkswagen, que funcionaba como un reloj militar- posiblemente aprovechó esa coyuntura para abandonar el barco. La desorganización total y batalla interna del equipo junto con los problemas entre accionistas podrían haber sido excesivos. Capito ya dijo en aquel momento que "era imposible poner a las gentes de acuerdo".

"Nuestros problemas no son de ahora, ni de ayer. A esta situación se ha llegado tras un largo proceso de deterioro. Está claro que no podremos solucionar nuestros problemas de un día para otro… pero espero que el ritmo de reconstrucción sea más rápido que el de la caída", explicó Brown, quien admite sin tapujos que "los problemas están tanto en fábrica como en el seno del equipo".

La realidad es cruda. Es cierto que el motor Renault no vale lo que un motor Ferrari o Mercedes. Pero la comparación directa con Red Bull, que lleva el mismo propulsor, no deja lugar a dudas de dónde está el verdadero problema. Incluso el Renault es ahora más competitivo y Fernando Alonso nota esa regresión o falta de avance -mientras otros sí lo hacen-. Y, por si fuera poco, en Monza señaló que han ido atrás en temas de fiabilidad.

Los pasos dados por Brown son, ante todo, estructurales. Aunque haya sacrificado a algunas personas y fichado a otras, como James Key, a quien se espera con impaciencia su llegada para no antes de cuatro o cinco meses, y Gil de Ferran. Pero también promocionando a otros, como Andrea Stella. Sangre nueva, que rezuma ilusión y ganas de alcanzar el objetivo, que deben conseguir hacer 'pìña', trabajar en equipo, en la misma dirección. Y todo ello con la aprobación de los accionistas, que se han comprometido a ofrecer el apoyo necesario.

Brown explica, más o menos, que se han dejado de inventos estructurales para volver a una jerarquía piramidal que funciona en la Fórmula 1. Han aparcado el orgullo y la soberbia de ser McLaren, porque ni en la vida ni en la Fórmula 1 la gloria dura siempre ni se puede vivir de los recuerdos del pasado.

"Cuanto más nos critican, más crece nuestra voluntad de volver a los métodos ganadores del pasado", sentencia Brown.

La tarea es leonina. Sainz y su nuevo compañero, el joven Lando Norris, están en cierta forma avisados de que estar con los mejores no es para 2019, ni siquiera 2020. Está claro que Fernando Alonso deja la Fórmula 1 por eso…. pero el asturiano ya tenía su parte clave de trabajo, las dos coronas, hecha. Y sobre todo el reconocimiento de que, si no tiene más, no es por su talento como piloto.