WRC 2018: ¡Que siga la fiesta!

24/01/2018 16:39

A finales de 2016, tras cuatro años de dominio absoluto y 'aplastamiento' de la oposición, Volkswagen se retiró del Mundial de Rallies. Un poco en el mismo estilo de lo que había ya hecho en el mundo de los raids o más concretamente del Dakar. Incluso con el coche para las nuevas reglas diseñado, construido, privado y diría que prácticamente desarrollado.

Muchos aficionados se rasgaron las vestiduras. No podían concebir que el mejor coche arrojara la toalla y que los mejores pilotos del Mundial se quedaran momentáneamente sin volante.

Un año después podemos decir que el temido 'golpe mortal' a la especialidad no fue tal. Se marcho la marca dominadora, los presupuestos descendieron, las fuerzas restantes se igualaron y las nuevas reglas permitían que los WRC+ fueran más rápidos que los anteriores WRC. 

De golpe se vivió el mundial más rápido y disputado de la historia. Siete pilotos ganadores diferentes, dos de ellos estrenándose –Tannak y Evans– y las cuatro marcas implicados lograron al menos una victoria.

Es cierto, en 2016 se dieron seis ganadores y también cuatro marcas subiendo a lo más alto del podio, pero en cualquier caso estaba claro desde el inicio que Volkswagen y Ogier estaban un paso por delante y si esto no se materializaba totalmente era por la 'regla antiOgier', la que hacía que el líder del campeonato abriera carrera las dos primeras etapas y ello le penalizó sobre tierra; es como si los demás tuvieran un DRS a su favor. Pese a ello, los aficionados no tuvieron esa percepción de igualdad e incertidumbre que reinó el pasado año y que esperan que continúe en esta temporada.

La emoción también llegó el pasado año, gracias a la entrada en vigor de las nuevas reglas, que permiten a los coches ser más rápidos –tienen más potencia, mejor aerodinámica y las vías más anchas ofrecen más agarre y el diferencial central piloto–. Y con ello han llegado más errores o incidencias de pilotaje

Así que la ecuación del equilibrio se dio. Coches más rápidos y mucha mayor igualdad. Pilotos nuevos que empiezan a tener una oportunidad seria de victorias, tras años de cimentarse en las categorías menores o de ir aprendiéndose el Mundial –en esta especialidad la veteranía es un grado– paso a paso como segundos o terceros pilotos, incluso como 'clientes'.

De cara a este año Hyundai ha redoblado esfuerzos. Toyota debe estar más rodada y reforzada con la llegada de Ott Tannak, con hambre y sed de victorias. Y M-Sport, el equipo campeón, ha renovado a Ogier –sin duda el mejor piloto– y cuenta con el respaldo de Ford, dejando de ser un 'equipo privado' o 'franquiciado', según lo miren.

Queda la incógnita de Citroën. Se rumoreó su posible salida para finales de 2018, pero el desarrollo del coche y el recurso a Sébastien Loeb, al menos para algunas citas, parece indicar un cambio de planes, ahora que Yves Matton ha decidido cambiar de aires y aceptar una oferta de la FIA para ser el director del Mundial.

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