Ultimátum Red Bull: se congelan los motores o se van de F1

16/10/2020 20:21

Es un tema que estará candente sobre la mesa en la reunión que el próximo 26 de octubre está prevista en Portimao para discutir del futuro de los motores. No se trata ya de los motores de 2026, de como deben ser -todos coinciden que deben ser más sencillos y baratos- sino que se debe hacer de aquí a entonces y sobre todo de saber si es posible anticipar su entrada en vigor, según reveló Michel Schmidt en Auto Moto und Sport. La F1 es 'endogámica' y por eso perder a uno de los suyos es colocarla entre la espada y la pared.

En este contexto puede ser que el aviso de Red Bull tenga un componente importante de presión a los motoristas actuales. Pero sería un error pensar que es un farol.

La postura de Red Bull tiene mucho de lógico. Marko y los suyos tienen claro que la única opción para mantenerse competitivos pasa por disponen de motor 'propio', el propulsor actual de Honda que los japoneses cederían gentilmente a Red Bull tras hacerlo evolucionar durante todo 2021. No es la opción óptima y deseada, sino que es 'la menos mala' ya que permite una cierta independencia, según explica Auto Motor und Sport.

Pero también tiene claro que con el nivel actual de tecnología resulta imposible afrontar los costes de evolución de un motor ni siquiera recuperando el sistema de tokens que estuvo en vigor hace unos años y fue inmediatamente abandonado.

Hay que tener en cuenta que con las reglas actuales en vigor hasta 2025, en 2022 se necesitaría una actualización específica para que el motor funcione con un 20% de biocombustible y todavía más trabajo cara a 2023, cuando se adopte un combustible 100% bio. Y ello obligará a diseñar las sofisticadas culatas, como mínimo... y casi el motor completo porque sus necesidades de refrigeración también variarán.

Red Bull sabe que no podrá afrontar estos cambios para actualizar a las reglas el motor de origen Honda. De ahí que pida una congelación en el desarrollo. A la espera de convencer a un motorista para que entre en F1 y le tenga como 'equipo oficial'; algo que precisa un cambio sustancial de las reglas.

Ferrari, que no quiere oír hablar de congelaciones, sostiene que Red Bull no se quedarían sin motores, "basta que nos los compren a nosotros o a Renault. Y les saldría mucho más barato". Pero Marko tiene muy claro que conformarse con ser 'cliente' es renunciar a sus aspiraciones.  

La ventaja de ser equipo de un motorista es mucha: el propulsor está hecho a medida de sus necesidades. La posición y tamaño de los elementos de refrigeración, por ejemplo, condicionan el reparto de pesos y la aerodinámica. Los 'clientes' deben adaptarse y siempre habrá suspicacias si el motorista reserva para su equipo oficial los últimos detalles de desarrollo. Pero para el motorista disponer de equipo propio "es asimismo una cuestión ineludible", sostiene Cyril Abiteboul.

Aunque a priori es obligado ofrecer a los clientes las mismas especificaciones que al equipo oficial hay muchas formas de lograr que esto no sea exactamente así. Por ejemplo, la introducción de una nueva especificación la hará coincidir un motorista con el ciclo de renovación de sus propulsores que puede no ser el mismo que el de sus clientes.

Mercedes no está en contra de la congelación. Renault está de acuerdo "siempre y cuando antes se haya producido una convergencia entre propulsores", esto es una diferencia máxima de unos 10 caballos. 

Pero Ferrari está en absoluto desacuerdo. Sabe que hoy por hoy, desde que la FIA puso 'coto' a su 'astuta solución' del pasado año, y parece estar claramente por detrás de los otros. Renault y Honda están algo por delante de Ferrari. Ferrari necesita tiempo para ponerse a su altura... o unas reglas nuevas que partan de cero. 

Puestas así las cosas, el acuerdo parece complicado. Pero la falta de él puede llevar a un 'suicidio colectivo'.