¡Sayonara, Honda! Te vas por la puerta grande

13/12/2021 17:55

Un título que llega 30 años después de la última corona conquistada en 1991 por Ayrton Senna con el McLaren-Honda, que también fue campeonato de constructores, cosa que este año no ha sido posible.

Un título que, en su retorno en 2015, querían alcanzar de nuevo con McLaren y con Fernando Alonso. Pero los comienzos fueron catastróficos. Las casi 700 posiciones de parrilla perdidas en sus años de McLaren por la falta de fiabilidad de los motores auguraban lo peor. Es muy posible que otro motorista hubiera arrojado la toalla, pero cuando Honda tiene un plan, intenta cumplirlo. Cuatro años en cola del campeonato no era precisamente lo que querían.

Honda pagó muy caro el retraso en su retorno, ya que sus rivales llevaban ya algunos años experimentando con estos sofisticados motores. Y también el haber hecho caso a las exigencias de McLaren, que quería un ‘power-pack’ minúsculo para favorecer la aerodinámica.

La relación entre McLaren y Honda acabó en el caos y la incomprensión más absoluta. Los primeros querían, necesitaban, ganar ya; tanto McLaren como Fernando... y acusaron duramente a los japoneses. Duras acusaciones que los fans tomaron como que Honda era un lastre o poco menos que incapaz… demasiado creída en sus propias capacidades como para acudir a técnicos europeos. Debieron tragar ‘mucha mierda’ en ese periodo de tiempo.

Sólo que los ‘tempos’ de los japoneses no son los mismos y su objetivo no sólo es ganar, sino formar técnicos: "Lo que usted ha aprendido en competición debe hacerlo ahora sencillo de fabricar y barato para que se adapte a la serie".

Siete años han necesitado, cuando en F1 se considera que los ciclos son de cinco temporadas para ganar; eso dice la leyenda. Curioso, siete años fueron los que empleó Toyota para ‘cerrar la barraca de la F1’ sin haber conquistado la ansiada corona ni prácticamente resultados.

La decisión de McLaren de intercambiar motores con Red Bull fue el punto de inflexión. La curva descendente de los japoneses se tornó poco a poco en ascendente. Y en el momento de la verdad, cara a 2021, pusieron toda la carne en el asador en una jugada que podría calificarse casi de póker.

Anunciaron su retirada para finales de 2021… y anticiparon todo lo que tenían previsto para esta temporada. De repente Mercedes descubrió que el motor Honda estaba prácticamente a su altura... y tanto Ferrari como Renault descubrieron que los japoneses les habían superado.

Once victorias, 24 podios, no es algo que se improvise precisamente. Son el doble de victorias con respeto a las obtenidas sumando las dos temporadas anteriores –tres en 2019 y otras tantas en 2020– frente al todopoderoso Mercedes.

Son muchos los que ahora piensan que anunciando su marcha, en Japón se precipitaron. Muchos de los que en su día, vistos los desastrosos inicios, les ‘aconsejaban’ una rápida retirada, se preguntan ahora –por no decir que piden, imploran, exigen– si reconsiderará la situación, pero parece poco probable. Los japoneses decidieron que el dinero de la F1 debe estar ahora dedicado al obligado cambio tecnológico, la electrificación, que viene en la industria del automóvil.

Honda se va, pero su tecnología se queda. Red Bull la seguirá utilizando, tras el acuerdo llegado con los japoneses, hasta que entre en vigor, en 2026, la nueva reglamentación de motores. No sólo esto, mientras Red Bull pone en marcha Red Bull Powertrains, los motores se seguirán fabricando en Japón y algunos técnicos japoneses seguirán en la brecha para asegurar una transición. La congelación en el desarrollo de los motores que entra en vigor el próximo año, lo hace posible.

Toyoharu Tanabe y Masashi Yamamoto –responsable técnico y director del programa F1– no ocultan su tristeza por la decisión tomada en Tokio. Les queda un consuelo: aunque los motores no lleven al ‘apellido Honda’, los genes estarán ahí.

Sólo nos resta decir "¡Sayonara, Honda!". Pero más que un adiós es un esperanzador "¡hasta la vista, amigo!".