Pioneras del automóvil: Pepa Ruedas, ¿madre y piloto o piloto y madre?

08/03/2018 16:28

Pepa era todo un carácter. En aquellos tiempos mujer de otro insigne piloto, Pedro Bonet, y madre de cuatro hijos…lo que no le impedía tener un buen golpe de volante. De ella decía Isidro Oliveras –uno de los españoles que más rallies ha corrido fuera de España, el que más si hablamos de los amateurs, y que también formaba parte de la Escudería Becmo primero y Freixenet Rally Team después, que "Pepa tenía un carácter fuerte y le hacía falta y que siempre ponía a todos en su sitio, ya fuera con mano izquierda, si hacía falta, cortando por lo sano".

Pepa sorprendió en el I Trofeo de Escuderías de Montjuic. Pedro estrenaba un Seat 1800 FU preparado por Movi completamente nuevo y ella heredó el Seat 1430 de Grupo 2. Sus tiempos de entrenamientos le valieron salir en primera fila de la cuarta manga, pese a su corta experiencia –creo que había hecho alguna subida con el Alpine de Pedro–.  

La conocía bien. Si no nos podíamos reunir en César Augusto, lo hacíamos en su casa, en cena improvisada…aunque nos hacía lavar los platos depués. Y su coche familiar, primero un Méhari y después un Citroën GS…los utilice más de una vez para dar asistencia en los rallies.

Fue con el Opel Kadett de Grupo 1, elegantemente negro y con detalles dorados, con la publicidad de Freixenet Cordón Negro, era sorprendentemente rápida, con un estilo de pilotaje directo y sencillo.

¿Cómo combinaba la vida familiar y los rallies? Bueno, en aquella época los amateurs, al menos los catalanes, entrenaban poco…. ¡ya lo hacía Antonio Zanini por ellos! El primer trabajo de los copis era fotocopiar las notas de Antonio y si había suerte, se hacía una pasada de corrección.

Gracias a ello y y a que Seat participaba en el Europeo, Pepa acudió a correr algunas pruebas del Europeo, dos 24 Horas de Ypres, y un Hunsrück, entre otros, acabando en varias ocasiones y llegando a subir al podio femenino.

"Mi mejor anécdota ocurrió en Ypres. Pinché dos ruedas del mismo lado y sólo llevaba un recambio. Me veía abandonando cuando unos espectadores me señalaron un Toyota Corolla aparcado, del que podría coger una llanta. Mis mecánicos estaban allí y rápidamente lo hicimos, dejando una nota en el parabrisas del coche y pude concluir la prueba. Al final se nos presentó el dueño del coche y amablemente nos pidió la llanta. Le dimos las gracias".

El rally que no pudo acabar fue el RAC de Gran Bretaña de 1970, que corrió en el último momento con la periodista de motor Marie Angels Pujol. La primera noche tuvieron un problema con el alternador y en pleno País de Gales, a las dos de la madrugada, tuve que ir en busca de baterías por las gasolineras, yo que por entonces era 'poken, muy poken, el english' que hablaba –bueno, no he mejorado gran cosa con el tiempo–, pero conseguí cuatro. Pero no fue suficiente y abandonaron. Pepa me agradeció las baterías…pero no me perdonó nunca que yendo tras las baterías, hubiera olvidado los bocatas y es que aquella etapa tenía 36 horas, con sólo dos descansos de un par de horas. Quizás por eso siempre que podía acababa la frase diciendo "y el 'Blanca' –que así me llamaban–, el peor de todos".

Pepa se despidió de las carreras en un Rallye d'Hivern, en Barcelona. Y por una vez hizo que Pedro Bonet se sentara a su derecha, en el 'asiento del miedo' e hiciera de copiloto.

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