Píldoras para el Rally de España 2018 - 2ª parte
KRIS MEEKE, DE VISITA A TOYOTA
Kris Meeke, ganador el pasado año del RallyRACC Catalunya y al que Citroën 'apeó' del equipo a media temporada, está en PortAventura 'vestido de paisano', pero muy pendiente de lo que sucede en Toyota. Meeke ha fichado por Toyota para 2019 y ya ha estado de visita en la sede del equipo y ha hecho un primer test, pero aprovecha el Catalunya para ver cómo funciona durante una carrera.
ROVANPERA CASI HACE HISTORIA
Kalle Rovanperä marcó el segundo crono en la superespecial de Salou, que marcaba el final de la segunda etapa. Le faltó una décima para igualar a Tänak. Es cierto que en este tipo de especiales la potencia no cuenta, pero estar con un WRC2 a la altura de los mejores WRC+ y superarlos a casi todos es algo que debe hacerse.
JAN SOLANS Y PEP BASSAS
Con sus Peugeot 208 VTi R3 de la Peugeot Rally Cup Iberica y de la BeKa2 están manteniendo un duelo espectacular a lo largo de toda la prueba con diferencias mínimas. Ambos están entre los Top 30, lo que no es nada fácil con sus coches. Y eso debería animarles a ellos y a los que les apoyan, así como a la RFEdA, a ayudarles a dar el salto al Mundial Junior, y con un programa de al menos dos años. Seguro que no nos arrepentiríamos.
VW DESCARTA UN RETORNO EN WRC2
El espectacular debut del Polo GTI R5 ha abierto las especulaciones sobre un posible programa oficial de la marca en el próximo mundial de WRC2. No en vano los coches de Camilli y Solberg son totalmente oficiales de VW Motorsport. "Nosotros hemos desarrollado el coche por un año y queríamos demostrar que es rápido, pero en 2019 serán los clientes los que correrán con él", señaló Sven Smets, el director de VW Motorsport. Peter Solberg se mostró entusiasmando con el coche: "Parece un WRC auténtico", señaló. De momento se comenzarán a montar los diez primeros coches que ya han sido encargados, pero Volkswagen espera llegar a las 25 unidades para 2019.
¿CHICANES VIRTUALES?
En algunas zonas muy rápidas de los rallies preocupa la velocidad que alcanzan los WRC+. Y la instalación de chicanes artificiales no gusta a los aficionados, así que se ha desempolvado una propuesta surgida en Finlandia el pasado año: una limitación de la velocidad máxima o 'chicanes virtuales', como si en las rectas se aplicara el VSC de la F1.
