Mick Schumacher y el derecho a cometer errores
Ni excusa, ni zasca, como posiblemente muchos pensarán, sino una respuesta inteligente, que encierra mucha verdad, sobre todo en unos tiempos en los que el salto entre Fórmula 2 y F1 es tan brutal y se hace sin kilómetros de test ni adaptación, que equivalían antaño a la red de los trapecistas.
Es algo que tengo asumido desde hace mucho tiempo desde que Eduardo Giró me abrió los ojos. El nombre de Eduardo Giró no les dirá nada a buena parte de los lectores, pero él ha sido uno de los mejores técnicos motociclistas que hemos tenido en España. La fabulosa Ossa monocasco de Santi Herrero –que por cierto tiene Jaime Algersuari padre en casa y conserva como reverenciado objeto de culto– es su mayor creación, pero también colaboró con Sito Pons en sus mejores años de piloto y tuvo el gusto de colaborar con él cuando estuvo en Nissan.
"Si un piloto no se cae es que no corre lo suficiente", me dijo en una ocasión cuando hablamos sobre las caídas de su hijo Carlos, cuando corría el Mundial de Motociclismo.
Y tenía razón. Era la única forma de buscar los límites, de encontrar dónde estaban, de situarlos. Quizás por eso muchos pilotos tras un accidente dicen "volveré más fuerte". Es cierto que la frase cumple una función psicológica. ¡Pero muchas veces, las más, se cumple! Y es que han aprendido y salido de dudas.
Recuerdo, en este sentido, lo que delante de mí le dijo Jordi Gené a su hermano Marc cuando éste hizo el test con Minardi, premio al ganador de la primera edición de la Euro Open by Nissan: "Recuerda. Ellos no quieren ver si eres un piloto seguro. Quieren conocer lo rápido que eres. Ve deprisa, todo lo que puedas. No temas cometer un error… esa fue mi equivocación cuando probé el Benetton".
Steiner está preocupado porque los errores de Schumacher han sido duros, han costado mucho dinero, más de 2,5 millones de euros según publicamos.
"Cometí un error en Hungría y otro en Mónaco. Por supuesto, no es lo ideal. Comprendo que el equipo tenga unas limitaciones de presupuesto y debe gestionarlo al céntimo… pero no es bueno 'capar' a los pilotos", ha señalado Mick.
Un coche que está atrás –ahora recuerda más a los Manor y HRT que a los Minardi, por ejemplo– y la necesidad de aprender no son dos cosas que compaginen.
Dos detalles que me gusta mencionar. Los errores de Mick, los grandes errores, se han dado en los entrenamientos libres o en clasificación… pero ha acabado las 11 carreras que ha disputado.
Esto va en consonancia con el otro detalle que le caracteriza: no es un piloto 'explosivo', sino uno que trabaja y aprende. Se ha visto en las categorías inferiores: F3 y F2. Una primera temporada en la que han surgido dudas sobre su talento, de altibajos, y un segundo año directo al título. Incluso en F4, una primera temporada discreta y una segunda temporada saldada con los subcampeonatos de Italia y Alemania.
Mick no está insatisfecho con lo que llevamos de temporada. "En su conjunto es positiva. Ha sido difícil, pero eso ya lo sabíamos, que estar en los puntos era muy complicado. Pero debemos mirarlo bajo el prisma de que tenemos un coche que no ha evolucionado desde el año pasado. Espero que la segunda parte nos vaya algo mejor pero, y lo siento por Gunther, debemos aceptar que también puede haber momentos peores", ha advertido el joven alemán.
De toda esta temporada, Mick se queda con la clasificación de Francia "porque estar en Q2 fue un gran momento para mí".
Mick sabe que la clave está en el próximo año, pero dependerá de dónde lo coloque Ferrari, de si Haas o Alfa Romeo, sus dos opciones razonables, le permiten poner en práctica lo aprendido esta temporada. Si es así, estoy convencido de que se afianzará. Binotto confía en él y quiere mantenerlo en Haas… pensando en un salto en 2023.
