¿La clave del éxito de la Fórmula E? Un coste ridículo comparado con la F1

18/01/2020 19:45

Muchos aficionados se lo preguntan. Quizás también la FIA. Es cierto que el marketing juega un facto clave. Algunas de estas marcas ya han dejado claro que el futuro será eléctrico e incluso han puesto fecha de caducidad a sus motores térmicos.

Pero éste es sólo un factor importante. Hay otro factor que hace la F-E como algo realmente interesante para las marcas: su reducido coste. Confieso que la fórmula elegida por Alejandro Agag –coche común inicialmente para luego ampliar las reglas con la libertad en lo que a motores y transmisiones se refiere, pero con un límite de potencia y sobre todo con la misma batería para todos– me dejó un poco escéptico como fórmula atractiva para las marcas. Escéptico y curioso. Pero está claro que ésta ha sido una de las claves para contener los costes de tal forma que la categoría sea muy atractiva y rentable para los fabricantes.

No hace falta fijarse en los números de los grandes equipos de F1. Fijémonos en los de Toro Rosso, que nos han servido para mostrar las limitaciones del techo presupuestario. Los 183 millones de dólares de presupuesto del equipo de Faenza servirían para pagar prácticamente ¡toda la Fórmula E! Nuevamente, Christian Sylt nos da la pista.

"Los costes de una temporada de Fórmula E han sido revelados a través de documentos públicos de Jaguar. La marca sólo destinó 13,6 millones de dólares a la categoría eléctrica, de los que 11,7 fueron destinados a trabajos y costes operativos", señaló Sylt en un artículo en Forbes.

Es decir, el coste de la Fórmula E apenas es el del 7 u 8% del coste de la F1. Es cierto, es muy probable que algunos grandes equipos gasten más: el salario de los pilotos y el staff sea superior e incluso gasten más en I+D. Pero también es un I+D con claras implicaciones directas en los modelos eléctricos de serie. Con estas cifras no debe extrañarnos que alguna gran marca llegue a tener un 'Equipo B', como es el caso de Mercedes con Venturi.

Pero es que esta cifra es asimismo ridícula si la comparamos con el coste del WEC y Le Mans. En los años de la batalla Toyota-Porsche-Audi se especulaba que eran necesarios al menos 100 millones de dólares y ahora con los Hypercar se quiere reducir el coste a 40. Sigue siendo monstruosamente alto con respeto a la Fórmula E, incluso si ésta aumenta de forma importante los presupuestos en un futuro.

Estamos hablando de unos costes muy cercanos a los de un equipo medio de Indy de dos coches. Un coste superior claramente a la de F2, pero no muy lejano en términos absolutos –sí en porcentuales, ya que es el doble y un poco más– pero con un retorno mucho mayor, que justifica con creces la diferencia. Quizás por ello algún patrocinador como Rokit apuesta por ambos terrenos: F1 con Williams y F-E con Venturi.

Es cierto, la F-E sigue a años luz de la F1 en cuanto a prestaciones. En un circuito de 'Grand Prix' estaría no sólo lejos de aquellos tiempos sino incluso de los de la F2, y sus mangas deberían ser muy cortas, apenas 60-70 kilómetros. Pero en el marco de los circuitos urbanos proporcionan un espectáculo de lo más interesante.