Jon Armstrong busca el retorno al WRC a través de 'simracing'

Y precisamente en Alemania Armstrong ha vuelto a ser gran protagonista. No en Baumholder –aunque a buen seguro le hubiera gustado serlo– sino en el Parque de Asistencia del Rally de Alemania.

Allí, este norirlandés se enfrontó a otros ocho pilotos virtuales en la gran final del e-WRC Champinship, el campeonato del mundo de rallies virtuales del juego oficial WRC7.

"Tomé la decisión después de ver la final del pasado año. No tenía presupuesto para correr, así que debía conformarme con esto", explicó un satisfecho Armstrong que recibió como premio un Hyundai i20…. Aunque seguramente él lamente que se la versión de calle y no un Hyundai i20 R5 y un pequeño programa. Quién sabe, igual se cumple.

Compró el juego y práctico 250 horas antes de enfrentarse al reto, la 'temporada regular', con miles de participantes, de la que salieron los nueve finalistas. Armstrong no llegó a esta fina líder sino tercero, tras el húngaro Subee203, cuarto clasificado el pasado año y que llegaba muy fuerte con cinco victorias y seis podios en las 13 mangas celebradas; y el francés Nexl, que defendía la corona.

La gran final es por eliminación. De ocho a seis, de seis a cuatro y al final Armstrong logró convertirse en el mejor.

"Todavía no puedo creerlo. Soy piloto y por supuesto quiero ganar siempre, pero esto es un sueño. Es fantástico. Crecí junado a los juegos de Colin McRae y Richard Burns y esto hizo que me interesara por los rallies", dijo Armstrong.

El piloto pudo comenzar a conducir a los 10 años y a los 13 ya estaba en el mundo de los rallies, donde comenzó a pilotar con 17 años. En 2015, tras una buena temporada en Gran Bretaña debutó en el Mundial, precisamente en el Catalunya, donde ganó cinco especiales en R2 con su Ford Fiesta.

En 2016 corrió la DMack Cup ganado dos pruebas y siendo el mejor junior del campeonato, lo que le permitió disputar los rallies de Alemania y Catalunya con un Fiesta R5.

"Es muy difícil correr sin tener un presupuesto adecuado. Hemos demostrado puntas de velocidad, pero lo que hemos hecho siempre hemos tenido que hacerlo con un presupuesto reducido", señala Armstrong.

Para Armstrong hay diferencias entre el juego virtual y el rally real "porque el juego no es una simulación precisa, es un juego. Pero puedes cambiar la configuración del coche, tienes que aprender las especiales, etc, como en la vida real así que esto te mantiene la competitividad. Sabía que iba a ser complicado, pero estaba convencido de que podría hacerlo".

Aún no tiene 24 años –los cumple en diciembre– y sueña ahora tener el mismo éxito en el mundo real. Repetir los parámetros de nuestro Lucas Ordóñez, Jann Mardenborough o Wolfgang Reip, por citar los más conocidos, que llegaron a los circuitos gracias a Nissan y el juego de Play Station GT Academy. Ordóñez ganó hace 10 años y todavía sigue siendo piloto oficial de Nissan en GT.

Para ellos, la victoria virtual les sirvió para iniciar sus carreras. El norirlandés espera que esta victoria le sirva para retomarla.

"No será fácil. Pero en Alemania conocí a algunas personas. ¡Quizás salga algo!", dijo Armstrong, que busca una nueva oportunidad, la tercera y definitiva.

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