Hélio Castroneves o la venganza de Spiderman

31/05/2021 12:30

Hace apenas seis meses, esto parecía simplemente imposible. El cuatro anillo parecía algo vetado para alguien que no fuera estadounidense. Sólo A.J. Foyt, Al Unser y Rick Mears lo habían logrado hasta la fecha. Hélio, brasileño, es el primer no estadounidense que lo consigue, pero no por ello ha sido menos coreado por el público.

"¡¡¡¡Hemos ganado Indianápolis!!! Lo hemos logrado. Nunca dejé de soñar este momento. Quería demostrarles a los niños que se puede lograr –pese a la edad–", ha señalado Helio alborozado.

Quizás, cuando Spiderman se encaramó a la valla, imitado por los miembros de su equipo, pensó en una hazaña imposible, sintió el alivio de haber logrado un hito… y quizás se le pasó por la cabeza ir por un quinto anillo… para tener toda una mano enjoyada.

"No es el final, sino el comienzo. Tom Brady ganó la Super Bowl a los 43 años. Phil Mickelson ha ganado un PGA a los 50. Los viejos todavía tenemos cuerda para rato y podemos propinar una patada en el trasero de los jóvenes", ha destacado.

"¡Les estamos enseñado una lección! La gente te pone una etiqueta… y es increíble demostrarles que se equivocan", ha añadido Helio, antes de recordar que Mario Andrettu o A.J. Foyt entre otros corrieron más allá de los 50.

Pero hace menos de seis meses este momento parecía imposible. Roger Penske, para quien ha corrido toda la vida, había anunciado el cierre de su programa IMSA y dado libertad a Hélio porque tenía todos sus volantes de Indycar comprometidos.

A sus 47 años, normalmente esto significaría el adiós de un veterano. Había abandonado la Indycar a finales de 2017. Desde entonces sólo había hecho apariciones puntuales para preparar las 500 Millas, una cita a la que no quería renunciar… sobre todo cuando el año pasado su anterior victoria en Indy databa de 2009… hacía 12 años. Y se cumplen 20 años de su primer triunfo en la carrera más grande del mundo, fue en 2009.

Hélio no se rindió. Llegó a un acuerdo con el equipo Meyer Shank Racing, un equipo pequeño, modesto, dispuesto a enfrentarse a los colosos: Penske, Andretti, Ganassi, Rahal. ¡Y lo logró!

Ha demostrado que un conjunto modesto puede doblegar a los poderosos porque esta victoria la ha conseguido en pista; apenas ha habido banderas amarillas, actuaciones del 'pace car', la táctica de que te pille de cara una neutralización no ha contado. Todo ha sido cuestión de coche, piloto y de no errar en las paradas.

Hélio ha sido, además, el último piloto en ganar dos años consecutivos (2009-2010) y por si fuera poco, ayer se convirtió en el ganador de las 500 Millas más rápidas de la historia, superando por vez primera el muro de las 190 millas/hora, no el de los 300 kilómetros/hora ya que otro brasileño, Tony Kanaan, lo logró en 2017. Pero el promedio es espeluznante: 306,886 kilómetros/hora.

En el fondo, esta victoria tiene un dulce sabor de venganza. 'The Captain', el hombre que ahora rige los destinos de Indycar y de Indianápolis, quizás se esté preguntando ahora por qué no confío un año más en Hélio.