Fernando, ¿y ahora qué?
Pero la afición española tiene un interrogante mucho más importante: "¿Qué hará Fernando Alonso ahora?". La pregunta me la han hecho algunos aficionados tras el ‘report’ en cuatro capítulos sobre la situación actual de McLaren.
La verdad, no lo sé. No tengo respuesta. Ni creo que él mismo lo sepa todavía. Todo lo que intuyó es que el futuro, el que le gustaría, no está en sus manos, sino que depende de otros actores, de una serie de circunstancias.
Tengo bastante claro que no quiere cerrar todavía su capítulo deportivo en la Fórmula 1. Como también 'huelo' que no desea proseguir en ese calvario actual que es McLaren.
"Están muy mal en McLaren. Tienen el mismo motor que Red Bull, pero están en medio de ninguna parte. ¡Podrían instalar un televisor en el coche para que Fernando se divierta!, porque es imposible competir cuando se sale tan atrás". Son palabras de Flavio Briatore, el manager, amigo, consejero, hombre de confianza de Fernando Alonso, quién, aunque últimamente no se prodiga mucho, está en el paddock de Bakú.
Fernando se sabe con fuerzas para ser campeón, para alcanzar ese tercer título que se le ha escapado al menos en tres ocasiones. Pero también sabe que necesita máquina y equipo para hacerlo. Y está claro que las carencias 'denunciadas' en los cuatro 'report' de este fin de semana necesitan tiempo para solucionarse. Y ese tiempo se va agotando para el bicampeón.
En la historia de la Fórmula 1 no hay ningún campeón que no tuviera coche competitivo, quizás no el mejor pero sí al menos muy cercano al mejor. Por el contrario, hay campeones que posiblemente deben su corona a haber tenido la máquina adecuado en el momento oportuno.
Tras tres años de soportar el tormento de la falta de competitividad del motor Honda, ahora han quedado al descubierto otras flaquezas del equipo. Se requerirán tiempo, fichajes técnicos y medios tecnológicos para solucionarlos, con el lapso de tiempo oportuno.
Alonso ya tiene una idea de lo que es eso, pero también sabe que el reloj comienza a correr en contra. Mercedes compró Brawn, el equipo ganador del Mundial 2009… pero tardó cuatro años en hacerlo campeón. Renault se ha dado tres años para hacer de lo que era Lotus un equipo capaz de ganar y dos temporadas más para luchar por el título. Tal como están las cosas, lo de McLaren apunta a 2021, coincidiendo con las nuevas reglas… si el motor acompaña, para pensar en el título.
Así que hay una cosa clara: o hay una mejora espectacular en McLaren o su futuro pasa por algún lugar lejos de Woking, preferiblemente -pero no necesariamente- en Fórmula 1.
La presencia de Flavio Briatore en Bakú -su manager, consejero y amigo- se debe precisamente a esto, busca colocar a su protegido en un equipo ganador…. Y está claro que sólo hay tres: Mercedes, Red Bull y Ferrari.
Tal como están la cosa, ninguno de los tres equipos lo necesita. Salvo que haya un terremoto interno, están bien como están, con sus líderes definidos. Hamilton en Mercedes, Vettel en Ferrari, Verstappen en Red Bull. Es algo que ya dijimos varias veces el pasado año. Porque saben que mientras Fernando esté en un 'segunda división' tienen al enemigo asturiano neutralizado.
En el paddock se dice que Briatore se ha acercado ya a Mercedes, pero Toto Wolff le ha respondido con una cortés negativa. Las puertas de Ferrari serán muy complicadas de volver a abrir después de su ruptura a finales de 2014. Y en Red Bull, por filosofía, su apuesta es otra.
Flavio, siempre con la lengua afilada, no suelta prenda; sabe salir por la tangente cuando es necesario… Pero no sin dejar la advertencia en el aire. "No sé si va a quedarse en McLaren. Con el motor Renault deberían mejorar las cosas. El año pasado había un problema claro, el motor Honda. Pero este año no sabemos dónde está el problema. Pienso que el coche es lento, simplemente".
La temporada pasada, Fernando fue el primero en lacerar a Honda. Este año no niega los problemas pero prefiere pensar, todavía, oficialmente en positivo. Aunque en el mundillo del paddock se dice que las reuniones no son una balsa de aceite precisamente y que su decepción es patente.
Zak Brown no dudó en apostar por la Operación Indy en 2017 para mantener su motivación de Fernando. Y ahora, en permitir la dualidad de programa: F1 y WEC. Mantenerle ocupado con desafíos ilusionantes como la triple corona.
Es lo que opinan Nico Rosberg y Felipe Massa, aunque Alonso les replicó que "el mundo de la Fórmula 1 es demasiado cerrado para darse cuenta de todo lo que hay a su alrededor". Y no hace mucho ya dijo que el pasado año había meditado seriamente la retirada.
Brown sabe el valor de Alonso como motivador de equipo, como hombre implicado, luchador nato. Y edulcora con esa vida fuera de la Fórmula 1 los sapos que asturiano debe tragar en la categoría reina.
La presencia de Flavio en Bakú parece así una revisión del 'estado de la nación', tener claro por dónde van los 'tiros ajenos' a la espera de ver cómo reacciona McLaren.
Así que nos esperan unas semanas, un trimestre, que será prolijo en análisis de palabras y gestos, de rumores.
