Fast Friday: ensayo general para el infierno

19/05/2017 15:56

Lo tiene claro Fernando y lo tienen todos los pilotos. Durante estos días han rodado sobre los 360 kilómetros/hora de promedio a la vuelta, 364 para los más rápidos y aprovechando rebufos. Mañana habrá que superar los 370 kilómetros/hora ¡durante cuatro vueltas consecutivas y en solitario! 

Hasta el momento es Takuma Sato el que ha sido el más rápido estos días sin rebufos, a 361,597 kilómetros/hora, así que hay que ganar 10 kilómetros/hora de media a la vuelta para intentar clasificar delante, aunque en IndyCar esto no es determinante como en la Fórmula 1.

No hay milagros y las recetas para ello son claras. No sólo hay que poner el motor a la máxima potencia, sino adoptar unos reglajes que reduzcan el drag al mínimo. Si las sensaciones de ir como flotando, con las gomas casi rozando el suelo, en un punto de equilibrio absolutamente inestable están presentes en los entrenamientos, en la clasificación se lleva todo al paroxismo, al límite álgido.  

"El coche se sentirá muy ligero porque le quitas gran parte de la carga aerodinámica", señaló Alonso. El asturiano sabe que la posición en la parrilla no es determinante, "pero todos queremos estar delante, tener una buena posición de salida".

El Fast Friday nació para, precisamente, que los pilotos pongan los coches a punto. Probar en estas condiciones. Seis horas para realizar este trabajo, en las que es imprescindible encontrar la pista limpia de tráfico, para que los rebufos no contaminen… y en la que se simula la completa clasificación: dos vueltas de lanzamiento, cuatro cronometradas y la de parada.

Para este viernes, los coches reciben una sobrepresión del turbo, son 30 caballos suplementarios, que después 'perderán' para la carrera. Para IndyCar, los motores tienen poco más de 600 caballos, ya que la sobrepresión del turbo es de sólo 300 mbar, mientras que en los trazados ruteros se permiten hasta 500 mbar.