El rompecabezas de los reglajes de Estíria: compaginar seco y lluvia
Pero volviendo a los reglajes. Es un tema de capital importancia en el que los equipos tienen atadas las manos. El set-up de la calificación debe conservarse el domingo; los cambios permitidos son puntuales, salvo que uno quiere salir de boxes.
Cuando llueve y hay agua en pista, el coche debe tener una mayor distancia al suelo; hay que evitar que el fondo plano ‘surfee’ sobre un charco o la capa de agua en el asfalto.
Como la adherencia es menor, una forma de intentar recuperarla es cargar más las alas, ya que además al aumentar la distancia al suelo se pierde carga aerodinámica.
Los amortiguadores se reglan más blandos, especialmente los traseros, para tener mayor tracción; también los muelles son algo más blandos y se busca un recorrido mayor, aunque sea por milímetros. Además, se reduce el ángulo de camber, especialmente delante.
Y también los frenos requieren su propio reglaje: deben ser más progresivos, menos violentos, porque la adherencia es menor y se corre el peligro de clavar frenos; además, se suele reducir la toma de aire de refrigeración de los mismos para que se mantengan en la temperatura de trabajo idónea.
El motor también se intenta que sea lo más progresivo posible, aunque sea a costa de sacrificar potencia máxima, lo que no es un problema ya que difícilmente se puede llegar a usar en estas condiciones. Y también se reducen las tomas de refrigeración para que trabaje a la temperatura más adecuada.
El problema reside en el hecho de que el reglaje del sábado por la tarde debe mantenerse el domingo para la carrera. La absurda regla del parc fermé permite cambiar sensores y algunos detalles, pero no variar los reglajes. La regla 34 del Reglamento Deportivo lo dice claramente.
Puede ser aceptable cuando las condiciones de clasificación y carrera son las mismas. Incluso interesante para evitar ‘configuraciones de clasificación’ extremas para ahorra dinero. Pero si cambian las condiciones, todo ello cambia por completo.
Salir en agua con reglajes de seco puede ser peligroso. Y hacerlo a la inversa no es eficaz. Así que los equipos deben decidirse por una elección intermedia, que no perjudique excesivamente si cambia la meteorología.
Dadas las condiciones de la clasificación, parece complicado adoptar un ‘set up’ de seco. El riesgo de aquaplaning resultaba demasiado evidente, pero veremos.
Ahora la incógnita está en conocer la elección de cada piloto. Esto puede hacer que varíe un tanto el valor que cada coche y piloto ha demostrado en la clasificación. Puede que incluso haga la carrera más interesante: quien haya sacrificado la clasificación puede tener mejor ritmo de carrera y quizás remontar.
