El GP a puerta cerrada de Baréin, solución única e intransferible

08/03/2020 17:49

Después de todo, los precios de las entradas a los Grandes Premios se estaban tornando disuasorios para el aficionado normal. Y si a ellos debían añadir desplazamiento y restauración, poco probable. Parecía como si Bernie y compañía quisieran correr por y para los televidentes y que el público fuera simplemente una molesta ‘herencia’ con la que intentar convivir.

Esto es lo que pasará en quince días en Baréin, donde los espectadores no serán admitidos por razones de seguridad. No hablamos de seguridad de los pilotos sino de proteger la salud de los espectadores y las personas que después puedan estar en contacto con ellos.

A causa de la pandemia del coronavirus, este GP se correrá a ‘puerta cerrada’. El personal de los equipos, controles, personal de la FIA, personal de seguridad y quizás alguna autoridad e invitados amén de la prensa.

Creo que faltará algo. Lo siento, pero las imágenes de tribunas vacías se me antojan como deprimentes. Cuando veo cualquier retransmisión deportiva a gradas vacías –sea fútbol, balonmano, baloncesto o cualquier otro deporte– me pregunto si vale la pena una actividad que despierta tan poco interés.

Estoy seguro de que Liberty ya está trabajando con los realizadores de televisión para evitar ‘imágenes deprimentes’. Quizás muchos primeros planos… o quizás ‘imágenes virtuales de tribunas repletas’.

Está claro que la solución de ‘correr a puerta cerrada’ es algo que permite arrancar la temporada sin excesivos contratiempos… a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos.

Está claro: una competición sin espectadores puede ser factible en otros deportes… pero no es solución para la F1. Puede ser factible para Baréin o Abu Dabi, quizás para Vietnam. Pero desde luego inaceptable para cualquier otro Gran Premio.

La razón es clara: los tres Grandes Premios antes citados son ‘razón de estado’ y pueden permitirse pagar el canon aunque no haya espctadores. Han sido pensados por los respectivos gobiernos –u organismos relacionados con ellos– para abrir una ventana al mundo, para dar un lavado de cara a la imagen del país, de una cierta normalidad.

Pero en los restantes Grandes Premios no es así. El único ingreso que tienen los promotores/organizadores/circuitos proviene de las entradas de los espectadores, quizás añadiendo de algunas concesiones –restauración–, merchandising, algunos palcos VIP y algo de publicidad; pero esto es un complemento al grueso de los ingresos: las entradas. Porque el ‘Village’ y el patrocinador principal, algunos de los patrocinadores más visibles son patrocinadores del campeonato, no del circuito o del promotor.

Ningún circuito europeo puede permitirse esto, un GP sin público. Y tampoco Liberty puede aceptar ‘rebajar’, ‘diezmar’ el canon no ya por sus pérdidas como sociedad sino porque los equipos serían ‘copartícipes’ de estas perdidas; recordemos que un 60% –aproximadamente– de los ingresos de Liberty van directamente a los equipos.

Por esto la solución salomónica de Baréin es intransferible al resto de Grandes Premios del campeonato –a la mayor parte de ellos–. Todo ello suponiendo que el personal de los equipos de F1 y del paddock siga estando a salvo del coronavirus.