El fiasco de McLaren en la Indy 500, donde los detalles marcan la diferencia

21/05/2019 19:14

"No ignoramos las dificultades, pero sobrestimamos nuestras capacidades", ha llegado a decir el director deportivo de McLaren. Y en 'Gasoline Alley' se está absolutamente de acuerdo al menos con la segunda parte de la frase. "Fueron un poco arrogantes al llegar aquí, pero no creo que vuelvan a serlo", dijo un veterano mecánico de Indycar.

"Este es otro mundo. Aquí no es una carrera de tecnología y diseño, porque todos tenemos lo mismo. La diferencia la marcan los detalles –incluso hay quien dijo que en Indy cuentan 'los detalles de los detalles'– y no tenían suficiente gente con experiencia", señala Sébastien Bourdais.

Y por eso Pippa Mann le 'robó' la plaza a Fernando el sábado –Pippa fue 30ª y última calificada del sábado por 0,02 millas hora de diferencia– y el modesto y sin dinero equipo Juncos, con Kyle Kaiser al volante, le sacó definitivamente de la parrilla el domingo, con un coche rehecho, por una diferencia igual –bueno, 0,019 millas horas–, que en tiempo son apenas 139 diézmilésimas, menos de cuatro milésimas por vuelta.

Está claro que Indy es una carrera donde las 'cojonésimas' cuentan.

"Quizás en otra edición Fernando se hubiera clasificado. ¡Pero esta ha sido la calificación más apretada de la historia! Menos de dos segundos –1,9548 exactamente– entre el más rápido el sábado y el último de los calificados del sábado. En cuatro vueltas, en 16 kilómetros", señaló Oriol Servià.

No puede decirse que no estuvieran advertidos. Michael Andretti –que es socio de Zak Brown en un equipo australiano de Supercar y que mantiene una extraordinaria relación con él, hasta el punto que el team Andretti se ocupará de hacer correr los McLaren GT en Estados Unidos– ya advirtió el pasado agosto que McLaren debía tomar una decisión sobre Indy ya, que hacerlo en octubre sería demasiado tarde.

McLaren sólo se decidió en noviembre. Andretti puso un tweet anunciado la colaboración para borrarlo inmediatamente. Y poco después McLaren anunció que lo haría con equipo propio y sólo a primeros de diciembre llegaron al acuerdo con Chevrolet para usar sus motores.

Brown ha dicho muchas cosas y se ha guardado en el tintero otras. Por ejemplo, que el volante no llegó a tiempo. Fue encargado a Cosworth muy tarde... porque un volante diseñado por ellos dio problemas de funcionamiento con el software de la Indycar realizado por Cosworth. 

En los garajes, la bisoñez y las lagunas de preparación del Team McLaren no pasaron desapercibidas. Los primeros días tuvieron problemas para arrancar el coche y necesitaron ayuda. También con el cableado eléctrico que decidieron sustituir por completo en el coche 'titular', el montado en Woking. 

Cuando tuvieron el accidente, fueron muy lentos en instalar el motor y cambio del coche accidentado en el chasis nuevo, tal como marcan las reglas, como si no tuvieran por la mano el tema. Y constantemente necesitaron apoyo externo, mucho más allá de lo que habrían pensado. Lo del retraso por la pintura del coche suena más a 'excusa piadosa' que a otra cosa, es un detalle anecdótico en cuando lo que está en juego es la clasificación.

Para los equipos de Indy, en McLaren pecaron de la 'prepotencia' de la F1. No es que no tuvieran buena gente, algunos con gran experiencia en Indy –como Andy Brown, que ha ganado Indy como ingeniero– pero entre los hombres de Woking y los reclutados en Indycar no se llegó a forjar esa amalgama que es un equipo. Hubo carencias de infraestructuras y sobre todo en la dirección y coordinación.

Tampoco gustó el comprar 'reglajes' a Andretti en el último momento por una 'morterada'. Reglajes que luego no pudieron aprovechar debidamente por culpa de un error de párvulos: en Estados Unidos dan las medidas en pulgadas británicas y en McLaren las tomaron por unidades decimales. Perdieron la mitad del 'warm-up' dominical, lo que pudo ser decisivo. También hay una historia con las relaciones de cambio.

Y no encuentran justo el cargar las culpas sobre Carlin, que debía darles apoyo técnico, por más que el equipo británico haya visto como sólo se calificaba uno de sus tres coches... lo que parece ser una suerte de excusa justificadora.

Hubo errores de bulto en el coche de Max, sí, pero para O’Ward el problema principal fue un accidente que obligó a recurrir al chasis usado en el GP de Indy, un chasis para 'circuitos ruteros', acondicionado de urgencia para un oval y las diferencias son muchas. Carlin tuvo el coche listo en unas horas, pero en McLaren tardaron al menos 36. Y quizás el tener que socorrer a McLaren más de lo previsto acabó distrayéndoles.

En Estados Unidos dicen que el fiasco McLaren es el mayor de los últimos tiempos de competición tras el sufrido por Nissan con el GTR LMP1 Nismo en Le Mans.

El palo para McLaren es enorme. Indy era la primera piedra de un programa de marketing centrado exclusivamente para el mercado americano. La primera piedra para una participación completa en Indycar en un futuro próximo, quizás 2020. Está claro que todo deberá replantearse.