El 'culebrón Horner' suma y sigue
De momento, la denunciante, que rehusó un acuerdo de un millón de dólares para retirar la acusación y renunciar a otras acciones, ha interpuesto recurso. Entre otras razones, estima que la encuesta no ha sido ‘independiente’, como en su día dijo Red Bull, porque el abogado que fue encargado de la misma era un abogado de la familia Yoovidhya.
Concretamente se trataría de un conocido y famoso abogado londoniense, especialista en negocios, fusiones, etc, que cuida de los intereses de la familia tailandesa en Londres y Europa. Pero no lo es en estos temas de acoso. Además, el resultado de la encuesta habría sido enviado antes a la parte tailandesa de Red Bull en lugar de la austríaca.
Aunque unas 200 personas relevantes del mundo de la F1, incluidos periodistas, han recibido un ‘dossier’ con los mensajes enviados por Horner, el principal problema al que se enfrenta el ‘team principal’ y el equipo es a la posible demanda judicial, cuyo resultado podría ser muy distinto, pero que sobre todo ‘airearía’ todo lo sucedido y haría que la investigación interna y confidencial pudiera convertirse en documento de dominio público.
Evidentemente, el equipo sufriría las consecuencias de ello, pero es posible que también la casa matriz se viera afectada. Entre los actuales responsables de la parte tailandesa y austríaca no existe la ‘simbiosis’ de la época de Dietrich Mateschitz. Aparentemente hay profundas discrepancias. Tantas que la parte austríaca ya tenía preparada la carta de despido de Horner y la tailanensa defiende al team principal a capa y espada. Hay que notar que cuando Horner quería motor propio para la F1 voló a Tailandia para conseguir la ‘luz verde’ al proyecto Red Bull Power Trains.
Bussines F1, en su número de abril, dedica buena parte del espacio a hablar de nuevo este tema. Señala, entre otras cosas, que de las 200 páginas de este dossier sólo una mínima parte recogía los alegatos de la mujer en cuestión y la mayor parte estaban destinadas a loar los logros de Horner al frente del equipo.
Max Verstappen y Jos Verstappen llaman ahora a la unidad del equipo, que según algunas informaciones estaría dividido en su posicionamiento sobre el ‘affaire’, especialmente ante la amenaza de Ferrari en la batalla por el título.
Entre tanto, el ‘mercato’ de la F1 está parado a la espera de ver que cosa sucede, mientras se ‘tiran cañas’ para ver si Newey o Max ‘pican’ y deciden cambiar de aires. Horner ya ha dicho que no retendrá en el equipo a nadie contra su voluntad… pero también están las incógnitas sobre el motor propio; ni Max y Adrian quieren pasar por los problemas que tuvieron con el propulsor Renault en los inicios de la era híbrida.
