Construir un motor propio en base al Honda, una opción que interesa en Red Bull

04/10/2020 12:36

Ferrari no quiere darles motores. Mercedes parece opción descartada. Renault sabe que por reglamento le toca a ellos hacerlo. El intento de conceder al Grupo Volkswagen, pese a que Porsche tiene un motor estudiado, no parece proclive a dar el paso, pese a recientes declaraciones.

El problema no es baladí. Se trata de encontrar un nuevo motor, un motorista capaz de ofrecerle, además, trato preferente, pero también socio financiero. La diferencia no es pagar 12 millones por los motores en lugar de recibir propulsor gratis, tener trato preferente y recibir un apoyo financiero -en un momento en el que tampoco podrá contar con Aston Martin- podría ser determinante. Pero cada a 2022 esta relevancia baja algunos escalones de nivel: entra en funciones el límite presupuestario, así que Red Bull puede hacer frente a ello e incluso gastar menos dinero que en 2019.

La opción podría pasar por convencer a Honda que les ceda el motor y rebautizarlo de la forma que les sea más conveniente. No es una opción que no deje de tener interés, pese a las evidentes dificultades. Pero las nuevas reglas dejan un resquicio para que ello sea factible.

Una operación de coste prácticamente cero para los japoneses, que no precisarían cerrar el departamento de motores que tienen en Milton Keynes; una base cercana a Red Bull para hacer el mantenimiento de motores. Algo similar a los que hicieron a finales de 2008, traspasando todos los activos del equipo a Ross Brawn para 2009.

Pero eso es sólo una parte del tema. Las otras, el desarrollo técnico y su coste, también tienen 'vientos favorables'.
 
Recordemos que Red Bull en su momento consideró emprender la construcción de un motor propio. Fue algo desestimado entonces. El coste y tiempo de diseño y desarrollo, la necesidad de una evolución continua y el nivel de los rivales eran elementos disuasorios. La decisión fue no seguir ese camino.

Pero las circunstancias han cambiado. Buena parte de estos elementos considerados disuasorios podrían haber quedado muy mitigados. Lo suficiente como para replantearse la opción. Por una parte, el 'techo presupuestario' liberará fondos que actualmente aporta Red Bull para financiar la operación. De otra, el desarrollo de los motores no es que este congelado pero sí al menos muy limitado. Y la tercera pata: el motor Honda es actualmente suficientemente competitivo y fiable. 

Así que la clave de toda la operación sería convencer a Honda de la bondad de esta cesión. No sería la primera vez que los japoneses hacen algo así. En su día, dejaron a John Judd proseguir el desarrollo de un motor, cuando ellos dejaron la F1. Y más adelante, hicieron lo mismo con Mugen, aunque en este caso entre Honda y Mugen hay sinergias totales, no en vano Mugen esta especializada en ofrecer preparaciones deportivas de Honda con sello más o menos oficial, y es una empresa fundada en su momento por el hijo de Soichiro Honda.

La decisión debe ser rápida. Está en juego el contrato de Max Verstappen. Así que esas conversaciones con Sergio Pérez o Nico Hülkenberg por si se precisa sustituir a Alex Albon, adquieren otra dimensión. El objetivo prioritario es 'retener al soldado Verstappen'.