Alex Palou, o cuando los detalles marcan la diferencia

02/10/2021 16:17

Y Palou es un piloto en el que uno puede descubrir muchos detalles. Tiene mucho talento, seguro –ya lo dijo Adrián Campos Sr, "con Alex he sentido lo mismo que sentí con Fernando Alonso"–, y lo mismo ha sucedido allí por donde ha pasado.

Como le sucedió a Adrián, hay muchos detalles que me recuerdan a Fernando Alonso… comenzando por una casualidad: los dos consiguieron su primer título grande, IndyCar en un caso y F1 en otro, con 24 años. Los dos son talentos naturales y unen esa cualidad al trabajo duro y persistente. Los dos ‘leen’ muy bien las carreras. Los dos soportan de forma clara la presión… Ambos vienen de entornos familiares en los que pensar en financiar carreras era imposible; ambos han sabido ‘seducir’ con el pie derecho a los que podían darles continuidad.

Los dos han tenido la presión encima ya en el mundo del karting: si no hay resultados, no hay continuidad. Los dos han sabido sacar siempre el máximo partido del medio que disponían. Los dos forjaron su salto hacia delante en un test de pruebas: el que hizo Fernando en Minardi o los que hizo Palou para ir a Japón y sobre todo con Dale Coyne para ir a IndyCar.

Pero volvamos a los detalles de esta temporada en IndyCar.

Scott Dixon ha puesto sobre la escena dos de estos detalles de los que hablábamos. El primero, "siempre le digo que es demasiado amable"; siempre sonríe, siempre devuelve una llamada o WhatsApp en cuanto puede. El segundo, "algunas veces se vuelve un poco pesado preguntando".

Alex pregunta, pregunta mucho, pregunta todo. Quizás lo que no hacía en clase, lo hace en el paddock de los circuitos. A Ganassi, a su ingeniero, a Jimmie Johnson, a Scott Dixon… Como le preguntó a Pato O’Ward sobre la IndyCar cuando Red Bull envió al mexicano a correr un par de carreras en la Superfórmula japonesa.

Pregunta, sí. Ni su estratega Barry Vesser, ni su coach Dario Franchitti, ni el ingeniero Michael Cannon –que pasó de Coyne a Ganassi, pero se ocupa básicamente de Dixon– escapan a sus cuestiones. Pero luego analiza, procesa las respuestas que recibe, absorbe la información como una esponja y la usa a su favor.

Trabaja mucho con los ingenieros y con los mecánicos. Mike Hull, el director del equipo Ganassi, explica que "se pasa noches escribiendo informes para los ingenieros en lugar de ir de fiesta". Tiene detalles con todos ellos, como llevarles donuts para desayunar si han tenido que pasar la noche trabajando… o comparte con ellos el ‘pollo frito’, la tradicional cena con la que celebra sus victorias.

Ganassi se sorprendió con Palou. "Tras su accidente en la clasificación de Indianápolis, pensamos que al día siguiente las cosas no irían muy bien… y nos sorprendió porque volvió a tomar la pista como si no hubiera sucedido nada". Scott Dixon también ha apuntado este detalle.

Ni siquiera se inmutó cuando dos golpes de la fortuna consecutivos le hicieron perder su ventaja e incluso el liderato a tres pruebas del final. Tras la rotura de motor o el golpe con Rinus VeeKay, olvidó de inmediato lo que había sucedido para pensar en cómo recuperar los puntos en la siguiente carrera. Y en Portland, con O’Ward –su gran rival– liderando y él 17º en la resalida a causa de una penalización un tanto inverosímil cuando salía en Pole, no se hundió: todo lo contrario, acabó ganando la carrera, como si todo lo sucedido hubiera sido sólo un acicate.

"El día que se puede ganar, se gana; y el día que sólo tienes coche para hacer cuarto, quinto o séptimo, pues haces cuarto, quinto o séptimo", ha dicho más de una vez Alex.

A diferencia de otros jóvenes pilotos de la categoría, Palou gusta de un coche un tanto neutro… quizás ello haga que no dé estos destellos espectaculares de velocidad de sus rivales, pero su ritmo es espectacular, cuida mejor los neumáticos y siempre es consistente; cuando sus rivales se ven forzados a bajar ritmo, él es capaz de mantenerlo. En la IndyCar le comparan con Dixon… que siempre está ahí: 8 podios –tres victorias incluidas– en 15 carreras.

Lo siento, Ramoncín. Ya no eres ‘El Rey del Pollo Frito’. El título ahora lo luce Alex Palou… aunque éste, una apuesta es una apuesta, deba disfrazarse de kiwi… que es así como llama a sus segudidores. Quizás un homenaje subliminal a Scott Dixon.

Ganassi ha valorado lo difícil que es "emparejar a alguien con un piloto que es seis veces campeón", pero siempre decía en los inicios de temporada que estaba "buscando al próximo Dixon". Ahora Chip ya lo sabe, lo ha encontrado. Ahora sabe que lo ha encontrado y lo admite: "es muy parecido a Scott"… o a Dario Franchitti, es decir a pilotos en los que puedes confiar cada fin de semana.

Es algo que Newgarden sabe muy bien. Él, aunque no ha corrido para ‘Chip’, fue en su día la nueva estrella emergente. El subcampeón lo tiene claro: "Desde el primer momento pensé que era el más completo de los pilotos jóvenes". Quizás por eso los periodistas de IndyCar señalan que Palou ‘sólo’ ha ganado su primer título y otros seguirán.