365 días demoledores para Ferrari, Vettel y los tifosi

23/07/2019 10:25

Los incondicionales del Cavallino casi no pueden creer a lo que asisten. No hemos llegado a mitad de temporada y el teórico número 1 del equipo está a 100 – sí 100–  puntos del líder y la diferencia parece que no para de crecer.

En las diez carreras disputadas este año el botín no puede ser más parco. Sebastian Vettel sólo ha sumado dos segundos y dos terceros, ninguna victoria, mientras Lewis Hamilton puede vanagloriarse de siete victorias y dos segundos puestos.

Vettel, cuatro veces campeón del mundo, llega al Gran Premio de casa, a Hockenheim, en una situación que nunca imaginó. Ni siquiera en 2014, el último y peor año de Fernando Alonso en la Scuderia, el primer piloto de Ferrari había estado tan lejos del líder, ni antes ni después de Alemania si queremos comparar diez Grandes Premios. Curiosamente ese mismo año, también el niño mimado de Red Bull –Daniel Ricciardo entonces– se había colado por delante de los rojos.

La situación para Vettel no diré que sea desesperada, pero poco más o menos. Mientras Fernando se consideraba uno de los mejores pilotos, de los más carismáticos, el alemán está lejos de gozar de la misma estima. Y si en 2014 era claro que los tifosi lamentaban que Ferrari no le hubiera dado un coche a Fernando, ahora piden a Ferrari la cabeza de Sebastian, achacan buena parte de la debacle a sus errores, a una moral frágil, a un estado anímico sin solución. Y exigen que confíe en la estrella naciente, Charles Leclerc… aunque con el riesgo de sacrificarla en la pira de los sueños inalcanzables.

Hace un año, en Alemania precisamente, comenzó el declive defintivo de Vettel y Ferrari. El alemán llegó a Hockenheim con 171 puntos, ocho de ventaja sobre su rival, pero en casa perdió el liderato. Y aunque en Hugría logró una victoria, fue casi un canto del cisne. Vettel acabó el Campeonato a 88 puntos de Hamilton; mientras Lewis sumó ocho victorias y un segundo puesto en la segunda parte del Campeonato, Vettel sólo se hizo con esa victoria en Spa, tres segundos y dos terceros. En la segunda mitad del Campeonato cedió 96 puntos.

De Alemania a Alemania, un año completo, el balance es demoledor. En 21 Grandes Premios Vettel ha cedido casi 200 puntos a Hamilton, 196 para ser exactos. 15 victorias de Lewis por una de Sebastian.

La decepción es todavía mayor porque en la pretemporada parecía que los Mercedes estaba rezagados y los Ferrari iban a comerse el mundo. Tantas esperanzas puestas en ello –"este año sí"– que la cruda realidad no ha sido un bofetón, sino un directo de aquellos con los que Muhammad Ali deja K.O. Ya el año pasado sucedió lo mismo en la pretemporada, pero Ferrari fue capaz de aguantar a los Mercedes detrás el primer tercio de temporada… hasta que la aspiradora alemana alcanzó velocidad de crucero y aplastó los sueños.

Las razones son muchas: piloto, coche, técnicas de organización de equipo y presión mediática, pero creo que Toto Wolff las resumió perfectamente cuando le preguntaron por el secreto de Mercedes: "Aquí no se permite a nadie hacer política".