Vettel resurge de sus cenizas
Esto es tan sorprendente como preocupante, porque supone un aviso a navegantes. Las mejoras de Ferrari funcionan y ahora son fuertes en circuitos donde antes lo pasaban mal. Lo han ganado todo desde que han vuelto de las vacaciones: tres carreras, tres Poles, tres victorias. Rusia será un buen baremo para acabar de ver si esta recuperación es real.
Ferrari no es un peligro para Mercedes en estos momentos, pero cuidado con 2020. Su coche es igual de bueno, el motor parece mejor y la dupla de pilotos de Maranello es mejor que la de Brackley. Aunque Vettel ha tenido momentos de bajón y está eclipsado por Leclerc, todavía es un gran piloto cuando no comete errores. Y Charles se está erigiendo en la gran figura del campeonato. Seguro que en Mercedes ya piensan que quizá se han equivocado renovando a Bottas, porque necesitan a alguien que esté en la batalla.
Ferrari espabila y está despertando. En la clasificación, Vettel resurgió de las cenizas con una vuelta magnífica en el primer intento de la Q3. Pero se equivocó en el segundo y lo pagó caro, porque Leclerc hizo una vuelta pluscuamperfecta –con algunos matices, porque cometió hasta tres errores y tuvo que hacer contravolantes a escasos centímetros del muro–. Charles ya le ha metido un 9-0 a Sebastian en los parciales de clasificación, que parece una batalla ganada. El alemán solía ser un gran clasificador, pero ahora está contra las cuerdas.
Y llegó la carrera. La salida era fundamental, porque en Singapur es muy complicado adelantar. Y la estrategia consiste en alargar tus neumáticos hasta llegar a la ventana de paradas o hasta que salga el coche de seguridad, cuya presencia está garantizada en esa pista. Charles empezó perfecto y aguantó a Hamilton, que no estuvo muy beligerante en los primeros metros. Luego se dedicó a marcar un ritmo muy lento para mantener los neumáticos frescos para dar 18 o 20 vueltas y entrar en boxes.
Pero es Vettel quien se arriesga y para primero. Sabía que se encontraría tráfico, pero era una buena maniobra para protegerse de Verstappen –que para en la misma vuelta– y atacar a Hamilton, que va justo delante. Es un intento de undercut. Hasta ahí, todo correcto.
La parada de Sebastian no fue muy buena, pero voló cuando volvió a la pista. Y vuela tanto que, cuando Leclerc entra en la siguiente vuelta, se da cuenta de que el undercut no sólo ha funcionado con Hamilton, sino que también le ha costado el liderato de la carrera.
Creo sinceramente que Ferrari no pensó hacerle el undercut a Leclerc. No creían que Vettel pudiera pasarle, pero el alemán hizo una vuelta tremenda con toda la rabia, toda la bilis, todas las decepciones que había atravesado. Probablemente Ferrari no advirtió a Leclerc que Vettel había entrado y que le podía quitar el liderato, pero se lo quitó. Y aunque Charles diga que es injusto, no tiene nada que hacer. La derrota duele, pero no deja de ser un doblete para Ferrari. Y en Ferrari el equipo está muy por encima de los pilotos.
El resultado es perfecto para Ferrari, si lo pensamos un momento: el primer doblete desde Hungría 2017, tres victorias consecutivas por primera vez desde 2008. Y el tipo que antes tenía la moral destrozada, ahora tiene un subidón de adrenalina y un balón de oxígeno para mantenerlo motivado. Quizá la historia hubiera sido distinta de estar Charles en la pelea por el Mundial. Ahora le deben una y el monegasco perdona, pero no olvida. Seguramente esto salga a la luz en las próximas carreras y se discuta largo y tendido en los próximos días.
Una jornada brillante para Ferrari y desastrosa para Mercedes. Toto Wolff dijo que hicieron mal todo lo que podían hacer mal. Pero Lewis Hamilton todavía terminó cuarto. No es un desastre absoluto si tenemos en cuenta la ventaja que aún tiene en el Mundial, que venía de dos Grandes Premios muy malos y que en éste todo le ha salido rana.
Lo que sí es un desastre es lo de Carlos Sainz. No sé cómo puede mantener la moral alta y tener ganas de seguir luchando, porque todo ha sido terrible desde que terminó el verano: en Bélgica problemas de clasificación y avería en la vuelta de formación, en Italia una tuerca suelta y aquí una maniobra bastante innecesaria de Hülkenberg, que se lo llevó por delante.
Los comisarios determinaron que no era sancionable, pero creo que Nico se salvó porque era la primera vuelta. El castigo fue duro para Carlos y pudo serlo mucho más para Hülkenberg. Al español le arruinó la carrera. Volvió a la carrera con los tres coches de seguridad, que le permitieron divertirse y luchar, pero Carlos dijo después de la carrera que él no estaba ahí para pelear por el duodécimo puesto.
Carlos quería luchar con el Red Bull de Albon. Lo más positivo de McLaren es que el MCL34 ha estado más cerca del Red Bull que de sus rivales habituales de la zona media. Como Ferrari, McLaren también progresa. Espero de verdad que la mala suerte desaparezca y que Carlos pueda sacar todo lo que tiene dentro, porque hasta ahora no ha podido hacerlo por circunstancias adversas.
Los coches de seguridad nos han dado adrenalina. Ahora toca esperar al GP de Rusia para confirmar si se confirma la remontada de Ferrari. Si Ferrari gana en Rusia, mucho cuidado. Como dijo Jack Nicholson en El Resplandor… Ya estoy aquí.
