No al superdomingo de Japón

14/10/2019 12:23

En Japón vivimos otro súper domingo. Clasificación y carrera se celebraron en una misma mañana. Debo confesar que, para los periodistas, es un formato que nos viene bien porque concentra en muy poco tiempo muchas emociones. Pero también es estresante para los equipos.

Este experimento llega en el momento justo para generar algunas dudas en personas del paddock que están discutiendo sobre nuevos formatos de fin de semana. Con el que vimos en Japón, la Pole queda muy diluida y vale muy poco. Normalmente la gloria de conseguirla duraría un día, pero a Vettel le duró tan sólo dos horas.

Pienso que una carrera de clasificación, que es lo que se está discutiendo para Francia, Bélgica y Rusia de cara al año que viene –siempre que los equipos lo aprueben por unanimidad–, es demasiado artificial. La Fórmula 1 pierde su identidad, aunque si Liberty quiere es probable que pueda implementarlo en 2021 sin necesidad de que los equipos lo apoyen.

Pienso que no hay que cambiar lo que funciona. La clasificación es en la actualidad uno de los momentos más apasionantes de todo el Gran Premio. Lo que a mí me sobra son horas de entrenamientos. Quizá se podría condensar el Gran Premio en un sábado para los entrenamientos libres y la clasificación, y un domingo para la carrera. Creo que eso sería bastante más ajustado.

Tres de los cinco súper domingos que ha habido en la historia de la Fórmula 1 ha sido eN Japón. El primero que yo viví en persona fue el de 2004. Entonces la victoria fue para Michael Schumacher, que había conseguido la Pole. Y mirad si ha llovido que ése es el último triunfo de la Scuderia en Suzuka.

Este año pensamos que la tendencia podía cambiar, porque Ferrari había conseguido un doblete realmente inesperado en la clasificación. Viendo lo que había pasado el viernes, nadie creía que Ferrari pudiera ser tan fuerte. Vettel se marcó dos vueltas espectaculares y Leclerc no pudo estar a la altura, pero se conformó con ser segundo y relegar a los Mercedes a la segunda fila. Hasta la fecha todas las primeras líneas monocolor de la era híbrida habían sido Mercedes, así que este resultado era un cambio de tendencia peligroso.

Pero llegó la carrera. Y con ella, un nuevo error de Sebastian Vettel. Se saltó la salida. Aún tuvo la picardía o la habilidad de parar el coche justo a tiempo, así que no le sancionaron. Aun así, las consecuencias fueron igualmente negativas porque acabó perdiendo la posición.

Lo que me sorprendió fue la salida de Leclerc, que fue aún peor que la de su compañero. Quizá se despistó con Sebastian. Salió lento y se encontró con Max Verstappen en la segunda curva, donde cometió otro fallo y se llevó por delante al Red Bull. Los dos arruinaron sus carreras. A Charles le han caído dos sanciones: por el incidente y por no detenerse en boxes para reparar los daños que tenía.

Bottas fue muy listo. Esquivó muy bien a Vettel en la salida, se puso primero y marcó un ritmo muy bueno. Mercedes le llevó hacia la victoria con la estrategia y cumplió su palabra, porque Lewis hizo una segunda parada que quizá era innecesaria. Quizá podría haber gestionado su distancia, pero entró igualmente, quizá pensando que podría adelantar a Sebastian en las últimas vueltas. Pero Vettel se defendió muy bien y Hamilton no lo consiguió.

Mercedes ha conseguido seis títulos de Constructores de seis posibles en la era turbohíbrida. Es un mérito increíble, porque es muy difícil mantenerse de esta forma. Ferrari lo ha intentado de todas las formas posibles, pero no lo ha conseguido. Les queda todavía una última oportunidad antes de 2021. Tal y como están las cosas, bien es posible que lo puedan conseguir. Es posible que 2020 sea una temporada dura para Mercedes, es posible que les sea más difícil conseguir el título.

McLaren ha vuelto a cimentar su condición de cuarto equipo. Y lo ha hecho porque Carlos Sainz ha hecho una carrera perfecta. Otro domingo perfecto. Una vuelta increíble en clasificación y una salida brillante en la que volvió a encontrarse con Lewis Hamilton, que seguro tuvo que ser muy gratificante. Su ritmo fue extraordinario y se defendió muy bien también del Ferrari de Leclerc en las últimas vueltas.

Ya sabéis que en McLaren ahora le llaman 'smooth operator' en referencia a la famosa canción de los años 80. Es un concepto que contrasta con su otro apodo, que es 'chili' por el picante. Son dos motes antagónicos, pero Carlos es así: suave en algunos momentos, pero picante cuando tiene que serlo. Vuela como una mariposa, pica como una abeja, como decía Mohamed Ali.

No me gustaría terminar sin decir que ha caído un mito. La curva 130R ya no la puedo considerar mítica, ni tan sólo una curva tras ver cómo todos la hacían a fondo en este Gran Premio, pero sobre todo cómo Charles Leclerc, después del toque con Max Verstappen y viendo las vibraciones de su retrovisor izquierdo, se la hizo a fondo agarrando el retrovisor con la mano derecha para que no saliera por los aires.