La nanocarrera de Bakú

07/06/2021 14:43

Ahora que la Fórmula 1 quiere experimentar con nuevos formatos y que en breve nos dará la primera carrera al sprint, hemos tenido la oportunidad de disfrutar de una carrera a dos vueltas gracias a la aparición de una bandera roja.

Hasta el día de la carrera, vimos a un equipo Red Bull muy fuerte y a un Mercedes absolutamente perdido, con muchos problemas para poner el neumático delantero en temperatura de trabajo. Pero a pesar de estos problemas, Hamilton se creció ante las dificultades y fue segundo en la clasificación.

Hamilton estaba tan concentrado en coger el rebufo de Bottas durante la clasificación que no se dio cuenta de que detrás llevaba a Leclerc, que aprovechó su estela para conseguir la Pole. Charles dijo que había hecho una vuelta mala, pero fue suficiente porque luego hubo una bandera roja causada por el ímpetu de Tsunoda.

En cualquier caso, esto nos dejaba a Leclerc en la Pole, a Hamilton segundo a pesar de todo y a Verstappen tercero, comprometido porque no había tenido rebufos en su intento.

 

Podríamos definir la salida de la carrera como la ‘salida de la prudencia’. Los gallos no se precipitaron y el que sacó más provecho fue Leclerc, que se pudo defender por unas vueltas hasta que le pasaron los coches que llevaba detrás, que eran más rápidos. Aun así, consiguió quedarse a su estela.

Verstappen no se puso nervioso. Esperó su momento y adelantó primero a Leclerc y luego a Hamilton después de que éste tuviera una parada lenta en boxes, aunque en mi opinión Mercedes fue demasiado prudente al no sacarle antes a pista, porque Gasly todavía estaba lejos. Esa parada también le costó a Lewis la posición con Pérez.

Checo estuvo espectacular. Jugó con Hamilton y lo ralentizó todo lo que pudo para que Verstappen se marchase.

Cuando todo parecía controlado, tuvimos el primer susto de la tarde. El neumático trasero de Lance Stroll dijo basta después de 29 vueltas y reventó cuando iba a 300 kilómetros/hora por la recta de meta.

Esto era un primer aviso a navegantes, porque Lance era el primer coche con el neumático duro y nadie había probado ese compuesto en tandas largas el viernes. Pero todos los pilotos montaron ese compuesto para el segundo stint y acabaron dando más vueltas que Lance.

Es así como tuvimos el reventón de Max Verstappen. Tremenda decepción para el holandés, sobre todo en un año tan igualado en el que quedarte a cero puntos puede ser demoledor. Esto dejaba a Pérez en el liderato y ponía a Hamilton segundo, que atestaba un golpe tremendo al Mundial.

Michael Massi tardó mucho en sacar el coche de seguridad. Visto el accidente, creo que tendría que haberlo sacado de inmediato en vez de ondear la doble bandera amarilla. Y luego tuvimos la bandera roja, que nos deparó el final de infarto que todos vivimos ayer.

Ahí Massi podía hacer tres opciones: reanudar la carrera, pero seguir detrás del coche de seguridad o ofrecernos un final con bandera verde, ya fuera con una salida lanzada o una salida en parado. Al final tuvimos lo último.

Dirección de Carrera nos dio la opción más vibrante. Fue fenomenal para el espectáculo, poder vivir esa nanocarrera de dos vueltas. Todos los coches iban con el neumático blando y había muchos pilotos con opciones de terminar en el podio. Era el todo o nada.

La salida nos dio la segunda campanada del día: la pasada de frenada de Hamilton. Lewis salió perfecto, se emparejó con Pérez e incluso se puso ligeramente por delante, pero hizo una bloqueada de frenos descomunal y se fue a la escapatoria, pasando así de una posible victoria a terminar último y fuera de la zona de puntos.

En la conversación por radio con su ingeniero, se escuchó como Lewis mencionaba un artefacto conocido como ‘magic brake’, que es un botoncito que Mercedes tiene en el volante para calentar los frenos y con ello los neumáticos delanteros. Parece que Lewis se olvidó de accionarlo, de modo que el balance de frenada estaba completamente desequilibrado. Error grave de Lewis. Error muy costoso para el Mundial.

De esa nanocarrera también me quedo con Fernando Alonso, que nos regaló las dos vueltas más espectaculares que le hemos visto desde que ha regresado a la Fórmula 1. Fue brillante, vibrante. Volvimos a ver magia. Pasó de décimo a sexto en dos vueltas y eso sólo lo puede hacer un grande.

Esta actuación también nos habla de la confianza que ha ganado Fernando, más siendo en un circuito tan complicado como el de Azerbaiyán. Y eso nos hace albergar muchas esperanzas, porque está volviendo.

No fue el domingo de Carlos Sainz. Bloqueaba muchas veces los neumáticos delanteros, tenía problemas con los neumáticos fríos… Se fue a la escapatoria en la curva 8 y en la nanocarrera también bloqueó frenos cuando peleaba con Alonso y Tsunoda. Ferrari era fuerte en un circuito donde no se daba un duro por ellos.

Carlos tuvo mala suerte en la clasificación, porque el coche que tenía justo delante tuvo un accidente, pero el domingo tuvo una carrera complicada. Hay muchas carreras por delante todavía.

 

Además de Sergio Pérez, que se ha reivindicando en Bakú, una de las caras más sonrientes de Azerbaiyán es la de Sebastian Vettel. Vettel hizo la mejor carrera en mucho tiempo. Vettel se crece en las situaciones adversas y no se le puede quitar ni un ápice de mérito a la carrera que hizo este domingo.

También destacable fue el papel de Pierre Gasly, que suma su tercer podio. Los dos AlphaTauri en los puntos.

Y también destaco a Alonso, que en una situación de máxima tensión demostró la experiencia y su capacidad para mantener la cabeza fría y dominar a los jóvenes que tenía a su alrededor.

La gran cruz es Mercedes. Ningún coche en los puntos por primera vez desde Austria 2018, lo cual es un palo también para el Mundial de Constructores. Podemos hablar de Valtteri Bottas, que no sé dónde estaba. Creo que puede haber un antes y un después tras esta carrera e imagino que ya se ha dado cuenta de que en 2022 no seguirá en el equipo.

Somos unos afortunados por poder estar viviendo esta temporada. No hace falta que os diga nada porque sois aficionados a la Fórmula 1 y estoy seguro de que disfrutáis de las carreras aunque algunas no sean demasiado vibrantes, pero, tras este GP de Azerbaiyán, si alguien dice que éste es un deporte aburrido es que seguramente no ha visto nunca una carrera o que hace mucho tiempo que no se sienta ante el televisor.