Ferrari va lento y no saben por qué
Al menos, nos sirvió para refrescar la idea de que Mercedes suele no mostrar sus cartas y, por el contrario, Ferrari se acerca más al límite para buscar titulares provechosos en Italia y paz interior, aunque sea una mentira que tiene las patas muy cortas, porque el engaño se ve rápido: en clasificación Hamilton metió siete décimas al primer Ferrari y en carrera falló el ritmo.
En honor a la verdad, no obstante, hay que empezar hablando del protagonista destacado: Valtteri Bottas. Yo creo que la nueva normativa de pesos le ha beneficiado, ha podido comer más, y no sé si tiene que ver o no, pero ha arrancado con otra mentalidad.
Hizo una vuelta extraordinaria en clasificación y ganó la primera carrera de este año después de un 2018 en blanco. La salida fue genial pese a arrancar por la zona sucia, el ritmo sólido, la estrategia correcta y, además, se mostró ambicioso en busca del punto extra de la vuelta rápida. Conclusión, líder del mundial con 26 puntos y una sonrisa de oreja a oreja.
Otros destacados son Verstappen y la nueva alianza Red Bull-Honda. Ha sido un fin de semana redondo para ellos, por delante de un Ferrari en clasificación y por delante de ambos coches de Maranello el domingo. El adelantamiento a Vettel fue ‘made in Verstappen’, y nos proporcionó la emoción de la carrera.
El motor Honda es fiable y, además, empuja tanto en clasificación como en carrera. Evidentemente, esta situación reabre heridas, tal y como demostró el ‘now we can fight’ que publicó el equipo Red Bull en redes sociales haciendo alusión al mensaje de radio de Alonso en 2018.
Sobre Ferrari… su fin de semana ha sido diametralmente opuesto al de Red Bull. La situación es complicada, y ha generado un mar de fondo difícil de navegar. Lo peor es que ambos pilotos dicen que el coche va bien, es noble y corre. Es decir, no hay ningún problema visible, pero esas buenas sensaciones no se trasladan a la tabla de tiempos.
Hay un detalle en la carrera del domingo que es muy significativo: Vettel preguntó a su ingeniero, ‘¿por qué vamos tan despacio?’, y éste le respondió, ’no lo sabemos’. Es posible que las características de Melbourne hayan incrementado las diferencias respecto a Mercedes.
Al menos hemos aprendido algo: la estructura jerárquica es clara: el piloto número uno es Vettel y el piloto número dos es Leclerc, porque desde el muro tuvieron que parar al monegasco. No lo critico, eres un equipo y tienes que jugar tus bazas, pero sí me molesta que vendan falsas esperanzas de lucha entre sus dos espadas.
Hay que confesar que Leclerc no hizo un fin de semana perfecto y cometió algunos errores, pero aún está aprendiendo, y ya en la primera carrera con Ferrari le tuvieron que parar. Eso sí, en descargo de Vettel, la estrategia del monegasco era mejor, lo que explica el ritmo superior que mantuvo en la segunda mitad de la prueba.
Lo que no entiendo es por qué en Ferrari no hicieron una segunda parada con Leclerc. Charles disfrutaba de 33 segundos frente a Magnussen, y podría haber hecho un pit stop sin perder la posición para conseguir la vuelta rápida y arrebatar ese punto extra a Valtteri Bottas.
En cuanto a McLaren, por un lado, estoy preocupado por la rotura mecánica tan prematura de Carlos Sainz, porque eso significa que Renault sigue con sus problemas de fiabilidad, y el madrileño puede haber perdido ya un MGU-K para toda la temporada.
Por otro lado, estoy esperanzado, porque confieso que tenía pocas ilusiones en ver a un McLaren en la Q3 y lando Norris consiguió colarse e ella. También depositaba pocas ilusiones en McLaren para llegar al top 10, y Norris pudo haberlo hecho de no encontrarse con el tapón de Giovinazzi.
Por encima de todo, las sensaciones son buenas. En clasificación se mostraron fuertes, y en ritmo de carrera no funcionaron nada mal. Las cosas se están haciendo bien, y el salto respecto a la temporada pasada es muy grande.
En cuanto a la zona media, hay que destacar que Haas volvió a cometer el mismo error que en 2018 y que la lucha está muy apretada entre el resto de equipos, salvo Williams. Me da mucha pena decirlo, pero Robert Kubica sufrió mucho, y creo que no está en condiciones para volver a la F1 ni para sacar al equipo del atolladero.
