Virutas de Goma

Si encendemos la TV en un hotel te salen las instrucciones: Éstas son las de la F1 y tu tele

José M. Zapico
13/02/2014 18:57

Cuando uno era crío e iba al cine a ver pelis de Mazinger Z, de Godzilla o de Star Wars temía cual vara verde a que en vez de que te pegasen un escopetazo tipo Harry 'El Sucio', te endiñaran con el rayo verde de un trabuco espacial. Siempre imaginabas que el calambrazo te podría dejar seco, tieso, o lo que es peor: te vaporizara el celebro. Los arcabuces espaciales lanzan rayos, lo mismo que catódicos son los rayos que lanzan contra tu careto las televisiones que maneja Bernie con un mando a distancia, y que según el perfil del ganado que recibe su señal, nos pone un pasto u otro.

Aclarando conceptos:

1.- Ecclestone, un genio de los negocios, atiende a unos jefes, una junta de consejeros y la responsabilidad de devolver un beneficio neto cada 31 de diciembre. No está en esto de los coches porque les caigamos bien, sino para hacer pastuqui. Que seamos aficionados, que nos guste todo este jaleo y que nos apasionemos no es más que un curioso efecto colateral, pero a pesar de que sea clave en el bisnes, es un apunte que no se refleja en la factura, los libros de cuentas y ni mucho menos en el balance de beneficios. La pasión no computa, es un cero a la izquierda, tenlo clarinete.  

2.- Dentro de ese negocio, el de la Fórmula 1, casi un tercera parte de la manteca que se menea es gracias a los derechos de televisión. Imagina que eres reportero de un canal, llegas a un circuito y le dices al segureta de la puerta con voz como la de Gila: "Que vengo a grabar, que es pa la tele". El empleado, con voz mecánica y sin fijar sus fríos ojos en ti, te responde que pases por caja, que o eso o te vuelves pa casa con los bolsillos tan pelaos como la vitrina de trofeos de Marussia.

Si pasas por el aro ganarás audiencia, con ello publicidad, y tendrás en tu parrilla un producto exclusivo que tu competencia catará a cuentagotas en sus informativos y nada más. Bernie apenas cede un par de minutos de cortesía a televisiones que usarán estas imágenes exclusivamente para servicios informativos. Nada de programas de varietés, cachondeo, deportivos ni el niño que lo trajo, "esto es mío y esas son mis condiciones". Así es como funciona, o pagas, o carril. 

 

El negocio:

3.- De ese perraje que factura El Canoso proveniente de las teles, (a día de hoy unos 400 minolles de leuros más o menos) cobran los equipos de acuerdo a su posición a finales de año, que por cierto, se llevan la mayor parte de esta faltriquera. De que haya televisiones en El Circo, depende que los payasos (y los tigres) coman, de ahí que el que se apuñale y bien el costado a las cadenas es clave para que todo funcione, lo que nos lleva al punto...

4.- Muchos usuarios de a pie abogan por que se ofrezcan las carreras en el modelo Pay per View y por Internet. Esto es terriblemente complicado para el negocio. El problema no es el ancho de banda, ni los mercados audiovisuales sin piloto aborigen, o ni siquiera la piratería, sino que todo esto sería terriblemente democrático y por lo tanto... imprevisible.

Este 2013 las carreras han perdido una parte muy notable de su audiencia bajando hasta los 450 millones de espectadores. Dos tercios de los telemirones viven en la vieja Europa, un continente en crisis, los chinos no tienen chinos en la parrilla y parece que se han aburrido un poco, y en donde Obama los yankees suben, pero tímidamente. En la época dorada de Schumacher se alcanzaron los 800 millones de telemirones de manera puntual, algo que ha ido a menos, y bastante a menos este mismo año.

La pregunta es: ¿podría soportar la F1 esto, en caso de que sea la misma gente la que decida pagar si se aburre, si un piloto gana siempre, o si de golpe hay una crisis y todos se quedan tan pelaos que no tendrían nada en el monedero? La respuesta es evidente, y si esto fuera de Helmut Marko, se pondría rojo Maranello, se le hincharía la vena y diría "¡¡¡NEIN!!!", lo que nos lleva al paradigma number five.

5.- Los canales de televisión son clave en que el negocio tire. Primero porque son relativamente pocos y se les puede controlar fácilmente. Obtienen su propio beneficio y por ello entienden que el pago de los derechos no es un gasto sino una inversión, un acceso a otro tipo de réditos. El escollo para las teles es que estos derechos cuestan un disparate y no siempre es dinerariamente rentable. Añade a esto gastos de producción consistente en lo que cuestan los viajes, la fibra óptica, conexiones vía satélite... y las nóminas de sus curritos. Estamos hablando de varios minolles de leuros más.

Ante la actual crisis financiera, y por simpatía, publicitaria, los medios de comunicación tienen los pies metidos en un cenagal de deudas importante. Desaparición de periódicos, teles que chapan, licencias de TDT que nadie quiere (y por las que antes se mataban), dimisiones de diarios importantes y en los tres últimos años casi 12.000 periodistas que han perdido su curro en España. La cosa está muy malita y aunque las televisiones parecen perder menos que nadie, tampoco les sobra. Las cadenas se ven obligadas a poner más anuncios, que ahora venden más baratos para recabar menos dineros que antes.

Ojo, no es este el fin último de emitir las carreras, hay otros beneficios paralelos y uno muy tonto y que se observa poco es que las actuales cifras de audiencias -en España- aunadas por el manejo de Fernando Alonso que rozan, y con frecuencia superan, el 30% aúpan las cifras medias de la cadena, dejan espectadores sentados delante de ese canal al acabar cada carrera creando el llamado "efecto arrastre", etc. ¿Que no? Que se lo digan a La Sexta, que gracias a la F1 vio subir a cifras impensables su audiencia media de cada domingo por encima del resto de los canales, y este es un dato que los publicitarios miran con lupa. Es muy posible que las empresas de televisión que ofrecen las carreras no ganen dinero calculadora en mano, pero lo que pierdan les compense por otras razones, lo que nos lleva al capítulo seis...

 

El nuevo pogüerpleyer

6.- Movistar TV. La cadena de pago de Telefonica llega pegando zancadas en el intento, aparentemente, de cambiar el actual equilibrio catódico español. Su ambición queda certificada al endiñar un disparate de pelas por poder ofrecer -de momento- la mitad de las carreras del MotoGP, el Roland Garros, esto de la F1, y negocia el Mundial de Fumbol de Brasil. ¿Va a perder pasta? Pues es posible, pero va a crecer en abonados de manera más que notable, atraerá clientes de otros servicios debido al efecto halo (líneas de telefonía que se perdieron en beneficio de otras operadoras, servicios 3G y ADSL, etc) y lo gordo: para los pies a servicios online como Netflix o Hulu, muy populares en EEUU y cuya clave es la instantaneidad de acceso a lo solicitado, una tarifa plana muy accesible, desde cualquier chisme con acceso a la red ya sea ordenata, iPad, o incluso teléfono; que peguen el salto a Europa no es más que cuestión de tiempo. 
Peeeeeeeeeeero la clave todo este negocio son: ¡¡tatachaaaaaan!! ¡los contenidos!. El cine o los toros molan mucho a los programadores, pero lo que puede hacerles llevarse the cat to the water es el deporte, y la jugada no es sólo contar con él, sino que un posible competidor no lo trinque y  se meta en este corral, ergo, lo que está haciendo Movistar TV es plantar sus reales en una evidente jugada estratégica a medio-largo plazo. 

 

Conclusión 

Este año podrás ver las carreras de gratis y repletas de anuncios por Antena 3 donde Antonio Lobato y su banda te pondrán al tanto de todo. Si tu presidente es Artur Mas, podrás hacer lo propio a través de tu tele autonómica (TV3) donde Josep Lluís Merlos te dará la matraca en catalán y con menos publi.

Ahora bien, si tienes como para pagar el abono de Movistar, lo podrás ver presumiblemente sin cortes publicitarios y retransmitido por un equipo alternativo a los dos ya conocidos y que a día de hoy está por definir. Al parecer la idea es montar una especie de canal temático de F1. Lo que Virutas no sabe es con cuantas horas de emisión al día o semana, con cuantos espacios, con o sin Top Gear, con amotos, acoches, o aloquesea van a ofrecer. Va a ser interesante. 

Más opciones siempre será mejor, pero como lo de Telefónica funcione y el negocio de la publi no, no sería de extrañar que en 2016 nos topemos con un modelo mixto como en Italia o England con la mitad de las carreras en abierto y las otras en este tipo de cadena de pago, o quien sabe, si al final tendremos que pagar de manera exclusiva por ver las carreras. 

Alguien tiene que pagar tu fiesta, así que como tu eres el que la va a disfrutar...