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Sainz y Verstappen: pilotos de futuro, estilos muy distintos

Àlex Garcia
25/11/2015 09:34

A falta de una carrera para el final de la presente edición del campeonato del mundo de Fórmula 1, el resultado de una de las batallas internas más seguidas esta temporada ya está resuelto. Pase lo que pase en el circuito Yas Marina de Abu Dabi, Max Verstappen completará el año 2015 con más puntos que Carlos Sainz. Y si Felipe Nasr no gana -porque tiene opciones, ¿no?-, el holandés cerrará su primera temporada en Fórmula 1 como el mejor debutante.

Toro Rosso ha tenido toda una papeleta que gestionar en 2015. Dos pilotos jóvenes, dos caminos muy distintos hacia la Fórmula 1, dos aficiones muy vocales detrás de los susodichos pilotos... y un motor Renault que no ha ayudado a calmar los ánimos. Se podría decir aquello de 'no se lo deseo ni a mi peor enemigo' pero cuando tenemos en cuenta que el problema llega por tener a dos grandes pilotos, ¡bendito problema el que tienen! 

Los jóvenes de Faenza -tan jóvenes que tienen la media de edad más baja de la historia y Verstappen es el primer piloto menor de edad en competir en la Fórmula 1- han llegado a su actual equipo a través de caminos muy distintos. Casi parece que para analizarles, haya que recurrir a aquella socorrida comparación de Alain Prost y Ayrton Senna. Dos pilotos con igual talento pero cultivado de forma diametralmente opuesta.

Carlos Sainz Jr es un piloto forjado a base de esfuerzo, trabajo duro, compitiendo en varias categorías y rodando siempre que le fuera posible con el objetivo de llegar a la Fórmula 1. Desde hace años, se iba viendo que su progreso le llevaría a ello. A lo largo de años buenos y otros no tan buenos, ha ido mejorando hasta proclamarse campeón de la Fórmula Renault 3.5, su mayor éxito hasta llegar a la categoría reina. Su estilo no es especialmente agresivo -aunque sabe serlo- y se centra más en buscar un buen reglaje, entender el coche y el circuito y pilotar con la cabeza.

Max Verstappen llegó como un torbellino. Recién salido del karting a los 15 años, asombró al mundo en la Fórmula 3 con una adaptación increíblemente rápida al mundo de los monoplazas y 12 meses después de su última carrera en el karting, estaba ya subido en un Fórmula 1 en una sesión de entrenamientos libres de un fin de semana de Gran Premio. No cabe duda de que la hábil gestión de Jos Verstappen tuvo mucho que ver en el desarrollo de acontecimientos pero el talento natural del joven neerlandés es indiscutible. Se centra más en pilotar de forma instintiva y su mejor baza es la creatividad a la hora de adelantar.

Los estilos son sólo eso, estilos. De la misma forma que los números son sólo números. Verstappen tiene mejores números en 2015 que Sainz pero ¿son esos números representativos? La realidad es algo evidente. Uno de los dos pilotos tiene más del doble de puntos que el otro. Estas cosas no pasan por casualidad e incluso teniendo en cuenta la mala suerte que ha tenido Sainz en carreras recientes, Verstappen seguiría con más puntos. Adicionalmente, hay que recordar que el número 33 también tuvo problemas a principios de año...

Es el problema de llevar un motor Renault bajo el culo; que se han roto mucho más de lo que deberían, lo que a menudo ha decepcionado a los pilotos y al equipo sin que sea necesariamente culpa suya. Son siete abandonos por problemas técnicos en el caso del español y tres para su compañero de equipo. Una situación desigual que hace que las comparaciones sean "injustas" según el propio Sainz. También es cierto que el madrileño no ha abandonado nunca por error propio mientras que Verstappen tuvo una salida de pista en Silverstone y un toque con Romain Grosjean en Mónaco.

Viendo todo lo sucedido durante la temporada 2015, ¿tiene más puntos perdidos Sainz que Verstappen? Desde luego. Pero también es cierto que ha sido el más joven de los dos, quien ha tomado más riesgos y ha realizado las mejores actuaciones este año. Remontadas como las de Singapur o Suzuka saltan a la mente, además de los dos cuartos puestos en Hungría y Estados Unidos, aprovechando las inusuales circunstancias de ambas carreras.

Aunque no nos engañemos, también Sainz ha tenido sus momentos heroicos, como ese Gran Premio de Rusia en el que tanto merecía puntuar o el quinto puesto en la sesión clasificatoria en la carrera de casa, la mejor posición de un Toro Rosso el sábado en todo el año. Ambos han realizado un gran trabajo en 2015 y eso es algo que se reconoce desde Toro Rosso y Red Bull. Puede que los números favorezcan a Verstappen -y es justo que así sea- pero la temporada de Sainz no ha pasado desapercibida.

La mayor diferencia en el estilo de los pilotos no es tanto el resultado que pueden obtener sino cómo son percibidos por el gran público y en menor medida, por quienes viven de la Fórmula 1. Un piloto más agresivo, más espectacular y más joven siempre tiene más potencial a nivel de marketing, ese demonio que se está apoderando de la Fórmula 1 desde finales de los años 60. Pero no hay mejor elemento de marketing que los buenos resultados y aunque el estilo de Verstappen sea más llamativo, los resultados mandan, el cronómetro nunca miente.

Sí que hay una cosa que ambos comparten; un linaje en el mundo de las carreras. Mientras Sainz viene de familia real por ascendencia directa gracias a los dos títulos del mundial de rallyes de su padre, Verstappen es el joven maestro de una de las familias nobles del automovilismo. Su padre estuvo en Fórmula 1, su madre compitió con éxito en el karting, su tío -Anthony Kumpen- es piloto aún en activo y su abuelo -Paul Kumpen- fue piloto en los años 90.

Pero lo más importante que comparten los dos chicos de Toro Rosso es un gran futuro en la Fórmula 1. Puede que el debut de Max Verstappen y Carlos Sainz en el mismo equipo sea algo histórico de lo que se hable dentro de una década como algo que recordar. Dos rivales que dieron sus primeros pasos en la categoría reina en el mismo equipo. El primer asalto en Toro Rosso es para Max Verstappen, aunque sea por menos de lo que muestran los puntos. La lucha sigue en 2016. Tocará disfrutar de ella pero sobre todo de la evolución de dos campeones en potencia.