Edición Especial 2014

Los Pulgares de LaF1.es: Ranking de Pilotos

Víctor Serrano
31/12/2014 17:53

El 2014, el año en el que la Fórmula 1 ha mostrado un revolucionario lavado de cara, termina. Es tiempo de hacer balance sobre lo que nos ha deparado esta temporada y nuestros pulgares no querían dar la bienvenida al 2015 sin emitir su último juicio, el más importante. Porque si durante todo el año se han dedicado a elegir a los mejores y peores pilotos de cada carrera, ahora tienen una tarea más titánica: sumar todos los grandes premios y hacer el ranking total. Elegir quienes se han llevado la nota más alta, los que han dado el mayor espectáculo y rendimiento y, al otro lado, los que nos han defraudado porque esperábamos mucho más de ellos. Además, por ser esta una edición especial, sumaremos un piloto más en cada apartado teniendo cuatro en cada uno. Sin más, este es nuestro último ranking. Ya saben, también esperamos el vuestro.

Hamilton. No podía ser de otro modo. El nuevo bicampeón del mundo tiene que ocupar de forma obligatoria la posición más privilegiada. Desde un principio, cuando fuimos conscientes de que el título sería cosa de Mercedes, Lewis era el caballo ganador. Aquí mismo, en nuestro primer artículo del año ya lo tuvimos claro: "Si la mecánica le respeta, aquí hay madera de campeón". Y efectivamente, solo dos problemas mecánicos y el accidente de Spa le apartaron del podio. Siempre que terminó estuvo en él (16 veces y 11 como ganador) demostrando una regularidad de la que había carecido hasta ahora. Es cierto que le faltó mostrarse más efectivo los sábados y que por momentos dejó salir de su jaula al niño quejica de antaño cuando perdía con Rosberg, pero ha hecho un año de matrícula de honor. Todo nuestro reconocimiento.

 

Ricciardo. La auténtica revelación de la temporada, así, sin más. Pocos daban un duro por él cuando se concretó su llegada a Red Bull. Demasiada presión y un tetracampeón al otro lado de su garaje. Pero pronto nos hizo abrir los ojos y darnos cuenta de que en él hay un piloto del más alto nivel, uno que hay que incluir en las quinielas de cada año si el coche le acompaña. Ya comenzó sorprendiendo en su Australia natal con un segundo puesto que luego le quitarían, después apuntó a lo más alto cuando fue capaz de romper la racha de victorias de Mercedes en Canadá y, finalmente, dio la auténtica campanada al repetirlo dos veces más en Hungría y Bélgica. Hizo que Vettel fuera historia en Red Bull incluso antes de que se anunciara su marcha a Ferrari. El año que viene será el líder de los energéticos y tendrá que consagrarse.

 

Alonso. Nunca falta a la cita, por algo es el mejor piloto para el que escribe y para muchos más, la mayoría. Solo subió dos veces al podio y ninguna para levantar el trofeo de vencedor, siendo 2014 su peor balance en cinco años, pero solo hay que compararle con su compañero para ver realmente lo que ha hecho con un Ferrari que no ha estado a la altura de su leyenda. Viéndose apartado los sábados de los puestos de privilegio (se abonó a la quinta plaza), solo terminó perdiendo posiciones en tres carreras (sin contar sus dos abandonos). La palabra espectáculo tuvo su mejor representante en el asturiano, que dejó carreras para el recuerdo como la de Silverstone. Siempre se ha mostrado por encima del nivel de su bólido rojo y este año no ha sido menos. Esperemos que el que viene sus nuevos colores le acompañen.

 

Bottas. Es la segunda grata sorpresa del 2014 tras la de Ricciardo. En su segundo año en la F1 y con un Williams que fue el segundo mejor monoplaza durante la mayor parte de las carreras, el mejor finlandés de la parrilla fue capaz de hacerse la foto en la ceremonia del champán en seis ocasiones. Encadenó, sobre todo, una gran racha de resultados a mitad de temporada, entre el GP de Austria y el de Italia. Se ha mostrado rápido, agresivo en el adelantamiento, cuidadoso con los neumáticos y efectivo en las remontadas (en tres carreras recuperó diez posiciones o más). Ha sido la mejor baza de una renovada escudería de Grove imponiéndose contundentemente a alguien tan experimentado como Massa. Ha sido un habitual de nuestro ranking y el año que viene dará guerra, incluso, quien sabe, si optará a su primera victoria.

 

Rosberg. Con la lucha tan cerrada entre las flechas de plata, estaba previsto que este Mundial iba a dejarnos un gran campeón y un gran perdedor. Y en este caso, la etiqueta menos deseada le ha tocado al alemán. Esto no significa que haya sido el peor de todos, ni mucho menos, pero sí el que más ha perdido. Enfrentarse y superar a un piloto de la talla de Hamilton es una de las tareas más difíciles que pueda haber en este deporte, y tuvo opciones de ganarle hasta el final. Pero siendo sinceros, solo las averías del británico y los puntos dobles de Abu Dabi le hicieron durar tanto. A partir de Monza se desvaneció como una nube de polvo y cometió errores que evidenciaron que debe madurar para ser campeón. Le falta concretar el domingo lo que gana el sábado. Lío un buen cirio en Mónaco y en Spa, pero demostró ser un señor en la derrota.

 

Vettel. La pérdida de dos cilindros en el motor y la aparición del elemento híbrido han dejado un gran perjudicado, y no hay duda de que es el alemán. Ha pasado de levantar la corona de campeón cuatro años consecutivos a no conseguir ni una sola victoria. Cuatro podios y la quinta posición en el Mundial es el pobre bagaje que ha tenido Sebastian. Por mucho que cambiara de chasis, no consiguió sentirse cómodo con el coche prácticamente nunca. No ha sido capaz de dar con la tecla de las nuevas unidades de potencia y el piloto fino y demoledor de años atrás asomó por la ventana en contadas ocasiones. Terminó muchos domingos con la cara roja tras perder estrepitosamente con Ricciardo. Si alguien hubiera llegado de nuevas a la F1 pensaría que el novato de Red Bull es uno que tiene el pelo rubio y se le ha borrado la sonrisa.

 

Räikkönen. Si en Vettel ha sido difícil encontrar al campeón que fue, esto se eleva a la enésima potencia si hablamos de Kimi. Cuando recordamos ahora las expectativas que se habían creado con su regreso a Ferrari y los miedos que querían infundir a Alonso nos reímos tanto como si nos hubiera contado el mejor chiste de nuestra vida. Una broma. Esperábamos a aquel piloto que entraba a la pista con un semblante imperturbable, pero con pinturas de guerra y cuchillo entre los dientes. Capaz de hacer adelantamientos imposibles y de recortar segundos a un ritmo infernal. Pero en lugar de eso, hemos tenido a un finlandés apático, derrotado e incapaz de sacar el mínimo rendimiento a un ya de por sí lamentable F14T. Solo cumplió en Spa, en una carrera de diecinueve. Normal que dé palmas con la salida de Alonso, le pintó la cara.

 

Kvyat. Este último puesto del ranking ha sido el que más dudas ha creado a los pulgares. Había varios candidatos para elegir, como cualquiera de los Lotus o de los Sauber, pero finalmente se han decantado por el ruso porque los otros han visto penalizadas sus opciones drásticamente por sus monoplazas. Toro Rosso es el tercer equipo tras Ferrari y Lotus más desequilibrado entre sus dos pilotos. Esto es, que de los 30 puntos que cosecharon los de Faenza, los ocho de Daniil solo suponen el 26% del total (Räikkönen sumó el 25% y Maldonado, un 20%). Puntuar en tres de las cuatro primeras carreras, incluido en su debut, nos hizo esperar algo que nunca llegó. Quitando unos pocos destellos más, como su gran calificación en Rusia (quedó quinto) ha pasado más bien desapercibido. Su salto a Red Bull le llega demasiado pronto.