Carrera de Alonso para el recuerdo

Los pulgares de LaF1.es: Gran Bretaña

Víctor Serrano
07/07/2014 11:34

Una clasificación con las condiciones más difíciles e imprevisibles por la lluvia intermitente nos dejó una parrilla del todo inusual, sobre todo por las posiciones tan retrasadas de los Williams y los Ferrari y por la sexta posición de Hamilton. Y una carrera marcada por un accidente que nos cortó la respiración por un momento y por una batalla épica que la historia se encargará de recordarnos durante mucho tiempo. Todo lo que ha ocurrido el fin de semana del noveno gran premio de la temporada, el de Gran Bretaña, ha hecho el bien por el espectáculo. Esta nueva era ha sido muy criticada y solo nos ha dejado dos contendientes y del mismo equipo en la lucha por la gloria, pero nos está deparando carreras de las buenas y ésta ha sido otra más. Esta vez, nuestro dedo ha tenido muy claro su veredicto:

 

Alonso. Como demostró ante los micrófonos, no acabó contento con la sexta plaza que ha obtenido en Silverstone, pero por dentro seguro que está satisfecho de brindar un espectáculo que solo está al alcance de los privilegiados. La suya fue una carrera en mayúsculas. Sobreponiéndose contra una mala calificación por un error de cálculo de Ferrari y a una sanción de cinco segundos por posicionarse mal en la salida, fue capaz de remontar diez plazas dejando por el camino adelantamientos para el recuerdo y una lucha que entra directamente en la historia con Vettel. Una batalla de campeones ansiada por todos que por momentos recordó a otras lejanas con otro alemán: Schumacher. La perdió sí, pero volvió a demostrar porque no hay otro como él. Mágico.

Bottas. Si la carrera de Fernando fue de sobresaliente, la de Valtteri fue de matrícula de honor. Un ritmo endiablado con el segundo mejor coche del momento le permitió ir ganando posiciones en la primera parte de la carrera hasta situarse por detrás de los Mercedes teniendo el podio garantizado. Después, el abandono de Rosberg le permitió subir un escalón más en su segunda ceremonia de champán consecutiva. En total, fueron doce posiciones recuperadas, desde la decimocuarta hasta la segunda, que le hicieron superar de la mejor forma un sábado de pesadilla. Finlandia tiene su futuro asegurado con Bottas, que, por cierto, ya está quinto en el Mundial por delante de Vettel.

Hamilton. Su actuación fue más discreta que la de los dos pilotos que tiene por arriba en este ránking porque su remontada fue menor, porque su coche no tiene rival y porque no tuvo oposición en su camino a la victoria, pero Lewis fue el que más sonrió en Gran Bretaña, su casa. Desde 2008 no ganaba en Silverstone y esta victoria, su quinta de la temporada, le ha devuelto la felicidad y todas las opciones de luchar por el Mundial. Y es que sale solo a cuatro puntos de distancia de Rosberg, y eso después de cometer un fallo garrafal en calificación. Eso sí, deberá aplicarse y ser más consistente si quiere levantar su segunda corona porque no siempre la suerte estará de su parte. Por el momento, puede saborear la dulce venganza de reinar en su tierra después de ver a Nico en su trono el sábado.

Rosberg. Parece que lo ha hecho adrede, pero hoy nuestro dedo solo ha tenido ojos para los hombres de tres equipos, y sin salirnos del box de Mercedes encontramos a Nico, esta vez viviendo desde la sombra la celebración por todo lo alto de su compañero. El alemán se las prometía felices, partía con todas las de ganar, pero el destino de este Mundial quiere que todo esté apretadito y le tenía un revés preparado que le ha costado muy caro. 25 puntos concretamente. En Inglaterra la falta de fiabilidad que padece últimamente el equipo de Brackley le ha golpeado a él. Su caja de cambios dijo basta y tuvo que ver impotente como le servía la victoria y la esperanza a Hamilton.

Räikkönen. Fue el protagonista del apartado trágico del fin de semana, aunque por suerte todo quedara en una impactante imagen. Salía por detrás de Alonso, pero rápido se puso por delante de él y su ambición por querer hacer una carrera destacable de rojo de una vez por todas le llevó a seguir con el acelerador a fondo cuando no debía. En la quinta curva se salió de la pista y cuando el verde de la hierba dio paso al negro del asfalto, su F14-T se le fue de atrás e impactó descontrolado contra el muro. Las repeticiones impactantes del fuerte accidente dejaban una preocupación evidente por su estado y la mejor imagen fue verle salir del monoplaza por su propio pie aunque cojeando. Para nada, está siendo su año. Iceman se derrite.

Massa. Una cifra redonda, la de su gran premio número 200, que llevaría esperando desde mucho tiempo. Con ella supera a Alain Prost y entra en el top quince de la historia, pero no le podrá quedar peor recuerdo de esta fecha. Todo lo que le podía salir mal le ha pasado. El viernes un accidente en los entrenamientos libres, el sábado una calificación desastrosa que le llevó al fondo de la parrilla y el domingo un choque inevitable contra Räikkönen. Y, después de todo, se puede decir que tuvo suerte, porque el golpe contra el Ferrari pudo haber sido mil veces más grave si no hubiera reaccionado y girado el coche a tiempo como lo hizo. Sin embargo, eso no le evitará sentirse como un niño al que le han chafado su fiesta de cumpleaños. Y en la pared de al lado en su box comiendo tarta y tirando confeti…