Almacén F1

GP de Australia F1 2017: 'Omertà' victoriosa

José Miguel Vinuesa
28/03/2017 12:51

'Omertà'. Esa es la palabra italiana que define el pacto de silencio. Y esa ley que implica la omertà es la que se aplicó la Scuderia Ferrari durante el invierno. La temporada 2016 fue un fracaso de resultados tras el prometedor 2015, las palabras rimbombantes para la campaña pasada fueron ambiciosas, pero lastraron al equipo con un peso excesivo. Sumado a eso, la pérdida de personal clave, especialmente del diseñador James Allison, no fueron tampoco buenas noticias. Pero para 2017, el pacto era el del silencio. Nada de palabras, hechos. Nada de objetivos altos, sino trabajo.

Mientras tanto, desde fuera llegaban las dudas. Que si Ferrari no tenía un personal apropiado, que si sus silencios eran sospechosos, que si el ambiente no era bueno, que si el coche iba con retraso. Pero dentro de los muros de Maranello, el trabajo era frenético. Había un reto que superar, y de paso acabar con esa etiqueta de equipo que no se adapta a los cambios normativos. Cierto que las bases del proyecto son de Allison, pero la estructura horizontal creada en el seno de la Scuderia ha dado con algunas teclas fundamentales. El coche que se presentó era de aspecto radical, no seguía tendencias. Ferrari había encontrado su vía. Y además, supo buscar resquicios en el reglamento y recuperar cierto poder al protestar por las suspensiones de sus rivales, que han tenido que modificarlas parcialmente.

Y si, la pretemporada. El momento en el que Ferrari tradicionalmente lanza fuegos de artificio, domina los tiempos, parece imbatible, y que luego se desvanece como un azucarillo en la primera carrera, abriendo la crisis perpetua en la que parece vivir la Scuderia. Pero en esta pretemporada de omertà, los italianos hicieron una de las mejores preparaciones para la temporada que se recuerdan en los últimos años, y habría que remontarse a una década atrás para encontrar ese trabajo minucioso y efectivo que luego daba resultados. Los miembros del equipo sabían que tenían algo bueno entre las manos. Pero la prueba de fuego era Melbourne.

Y Melbourne no empezó bien, sobre todo para Sebastian Vettel. Un DRS que no se cierra, una MGU-K que falla, todo en los Libres 1. Unas simulaciones de carrera que dejaban como referencia, otra vez, a Mercedes, e incluso a Red Bull por delante. Los primeros murmullos en el paddock: Ferrari ha vuelto a engañarnos. Pero los que observan con detalle, tanto en pretemporada como en el Albert Park, podían ver que el SF70-H tenía algo. Potencia, poca degradación de neumáticos, y un chasis noble que Vettel y Räikkönen pueden exprimir sin sufrir reacciones imprevistas. La cámara subjetiva de Vettel traía de vuelta al piloto fino que no hace aspavientos y que puede llevar el coche al límite de sus posibilidades. Y aun así, el viernes se quejaba de problemas de reglajes. Lo mismo que Kimi todo el fin de semana.