Ferrari necesita que la echen abajo entera y la vuelvan a construir... desde cero. Monty, apresúrate

José M. Zapico
02/11/2013 19:45

No se lo podían creer. Era inaudito. Todos aquellos marinos mercantes juntos sumaban siglos de navegación por todos los mares que circundan el planeta, pero aquello era demasiado. Habían visto olas de 30 metros, contenedores a la deriva contra los que casi chocan, emerger submarinos nucleares, y puede que hasta el kraken, pero aquello era nuevo. 

Una hora y pico antes un Sea Harrier de la Royal Navy inglesa manejado por el piloto Ian Watson había despegado del portaaviones HMS Illustrius. El cazabombardero estuvo de maniobras un buen rato, y faltando poco para que llegase la hora de volver al hangar flotante desde el que partió, se dio cuenta de tres cosas (a la vez): se estaba quedando sin combustible, abajo sólo había agua, y los chirimbolos que deberían indicarle el camino de vuelta a casa estaban tan muertos como su radio y sus sistemas de navegación. 

Así es precisamente como están ahora mismo en Ferrari, justo como el asustado pasajero del Harrier: se están quedando sin combustible de credibilidad, alrededor tienen un charco gigantesco al que están a punto de caer si lo han hecho ya, y tienen todos sus sistemas de orientación derribados por KO técnico. 

El año pasado padecieron los problemas de juventud del Lego2012, un coche-laboratorio con miras a este 2013

Ferrari despegó a principios de temporada en una buena postura. Todo el año pasado padecieron los problemas de juventud del Lego2012, un coche-laboratorio con miras a este 2013. El actual F138 se mostró prometedor, con una buena base para ir trabajando sobre el e ir evolucionando. Nació bien, por encima de la mayoría del resto de contendientes incluido el ahora demoledor RB9. Durante el primer tercio de temporada pocos discutían el valor del coche y sin embargo sí que se garrocheaba a un Alonso que contra todo pronóstico cometía fallos en Malasia y Mónaco. El problema no parecía ser el coche, sino... er... otras cosas. 

Llegaron los reventones, las pruebas de Mercedes en Montmeló, los cambios en los Pirelli Mutantes, y a los italianos se les atragantaron los nuevos neumáticos, más similares a los de 2012 que a los usados al inicio del año en curso. Nadie podría decir a ciencia cierta y con pruebas que los cambios se hicieron para beneficiar a algún equipo, pero si se puede afirmar sin tenor a equivocarse que dichas modificaciones sentaron a algunos como un chute de aguarrás en vena. 

Cualquier ingeniero con dos dedos de luces sabe que hay apenas un par de constantes en el diseño de un F1: el aire, el asfalto... y las gomas. Con respecto a las ya conocidas se crearon los actuales coches, y a algunos las nuevas sentaron mejor que a otros. Esto no era una elección, sino una lotería. Lo que si estuvo en manos de cada cual fue cambiar su destino en base a ingenio, apuestas, trabajo e ingenio. 

De ingenio, ingeniería, y de eso tienen más en unas formaciones que otras. Horner se quedó con los trastos de la moribunda escudería Jaguar, echó abajo todo hasta los cimientos con la ayuda de Newey, y de aquellos mimbres, estos resultados. Ferrari necesita algo así desde hace tiempo, no en vano Alonso se ha quejado en alguna ocasión de que "no puede estar años (varios años) con un coche casi un segundo peor que el resto". Razón no le falta. 

En los Libres 3 de Abu Dhabi sudaba aceite de petrolero para estar por debajo de esa diferencia y palmaba la friolera de siete décimas en el tercer sector. En el cualifáin se le veía pelear contra su volante, señal inequívoca de que iba más rápido que su coche, y ha estado todo el fin de semana quejándose que que estaban realmente mal. Hasta Felipe Massa, tradicionalmente más lento que el asturiano, sí que ha pasado a la Q3, algo que no es lo habitual. Todo esto evidencia que hay más jinete que caballo, aunque esta es ya una copla conocida. La Scuderia no tiene un buen coche, y lo que es peor, y más interesante: el que tiene, no sabe crecer, algo que en tiempos de Schumacher, Todt y Rory Byrne era una asignatura tradicionalmente aprobada con nota. 

Ferrari nació para ganar y no para estar pegando bocaos por estar entre los diez primeros

En Ferrari hay gente muy buena, realmente buena. No se debería dudar tanto de las personas como de sus métodos, sus sistemas, sus procedimientos y estar anclados a un pasado del que ya no pueden vivir más. En el box encarnado no puede estar Piero Ferrari con los dedos cruzados para que sus chicos entren en la Q3. Ferrari nació para ganar y no para estar pegando bocaos por estar entre los diez primeros. Todo lo que no sea pisar el cajón es ya un fracaso en términos deportivos de la F1. Si Enzo levantase la cabeza... 

Al inicio de la temporada los italianos tenían un taco de papeletas para llevarse algo bueno, y sin embargo, como se nos descuiden un poco más Mercedes y Lotus, por ese orden, les van a levantar limpiamente la cartera con el subtítulo de subcampeones de subconstructores. A este paso van a tener que subcontratar un submarino para no salir subrayados de subspensos. 

Es fácil: mandan a unos marselleses a Milton-Keynes, secuestran a un mecánico medio de Red Bull, lo sientan en una silla sin comer varios días y a oscuras, con una lamparita, le sacan todo lo que sabe acerca de sus procedimientos. ¿Por qué su túnel de viento no arroja errores de correlación? ¿Por qué sus coches no se averían? ¿Por qué su rake alto les funciona? ¿Por qué les va tan bien la endiablada suspensión pull-rod?. Bueno... tampoco recomendamos que cumplan esto al pie de la letra, pero si que aprendan estas cosas en la cabeza de los listos de la clase. Ferrari necesita cambiar de arriba a abajo, porque a tenor del resultado neto en cuestiones puramente mecánicas, el tema no funciona, y lo que parece peor: avanza mal, evidentemente por falta de adaptación. 

Si esto te parece poco, el año que viene puede ir a peor. Morros a lo Rossy de Palma, alas más estrechas, depósitos con la mitad de peso, motores de Opel Corsa, turbos que se calientan como un pollo asado, un chisme con pintura de ecológico que añade 160 caballos extra durante 30 segundos... ¿qué te crees, que será fácil? Va a ser un rompecabezas sólo apto para mendas capaces de tirar cohetes al espacio, más enrevesado que un guión de David Lynch, Stanley Kubrick y David Mamet haciéndose putadas en el mismo equipo. 
Puede que en Maranello consigan finalmente un motor que no consuma lo que consumía en las pruebas recientes, o que no se les caliente como hasta ahora, uno de los grandes problemas que van a tener casi todos los equipos este 2014. De ser así, Montezemolo ya tendrá justo el panorama que quería: una F1 donde los motores, y no la aerodinámica sea lo que mande. Si eso funcionase, sería por un cambio en la normativa, una decisión de despacho. Si no les funcionase, volverían a la casilla de salida sin haber pasado por donde pone: 

  • Mejorar sistemas
  • Mejorar túnel de viento
  • Mejorar mecanismos de desarrollo
  • Mejorar plazos de entrega
  • Mejorar software y análisis CFD
  • Mejorar software de simulación
  • Darle a Pat Fry lo que pide, y con más brío
  • Seguir fichando a técnicos, a los mejores, cueste lo que cueste
  • Aprender de los que sí funcionan

Esto pa empezar. Si no, seguirán igual o incluso puede que pedor, mezcla de pedo y peor, porque olerá mal. 

Puede que Ferrari sea el Harrier rojo sobre el que aterrice  una fragoneta Mercedes 

Ah, lo del Harrier. El pobre Ian Watson, a menos de un minuto de quedarse sin combustible en su aeroplano avistó el carguero Alraigo, sobre el que decidió tomar tierra... bueno, o mejor dicho, "tomar contenedor", porque fue sobre un par de ellos y una furgoneta de segunda mano, que iba destinada a una tienda de reparto de flores. El colega decidió aparcar allí su oficina móvil ante los ojos atónitos de la tripulación del barco. Se salvaron él y el ingenio volador, peeeeeeeero... y aquí viene lo bueno, cuando la noticia del feliz y extraño suceso llegó a oídos de su portaaviones, empezaron a mandar señales de radio, para que les acercasen el aparato. El capitán del Alraigo dijo, "si, mis ©0_|0π€$. Venid vosotros. Tengo que llevar una carga a Tenerife en tres días. Que os den morcilla" (frase apócrifa, pero de igual sentido)

El carguero llegó a Tenerife donde tras varios días de tira y afloja por lo del recibo del rescate, fue izado a un petrolero británico y enviado a las islas de su Majestad Isabel II. Lo mejor fue lo del concesionario Mercedes de la isla, que inundó los diarios locales con publicidad en la que se leía algo así como "Mira cómo son nuestras fragonetas, que les aterrizan encima, y siguen zumbando". Sí, pues puede que Ferrari sea el Harrier rojo sobre el que aterrice de entrada una fragoneta Mercedes esta vez. Lotus se ha puesto a la cola y sube su apuesta.