Análisis de rendimiento del GP de Italia F1 2015
Segunda carrera consecutiva en la que hay jaleo con Pirelli. La victoria de Lewis Hamilton ha quedado en el aire hasta horas después del final de la prueba. Y todo porque ridículamente, en vez de mejorar sus neumáticos y seguir un desarrollo constante, Pirelli ha decidido dar una suerte de “recomendaciones obligatorias”.
Pero aquí no acaba el despropósito. Si el mínimo a cumplir para las ruedas traseras es de 19,5 psi –malditas unidades, esto son 1,35 bares aproximadamente-, la rueda medida a Lewis bajaba esa medida en 0,3 psi. Algo así como 0,0207 bares menos. Teniendo en cuenta que un coche de calle cuenta con entre 2 y 3 bares de presión, os hacéis una idea de los números en los que nos movemos.
Y es más, Mercedes se escuda en que cuando pusieron la presión al neumático, este estaba a la temperatura máxima permitida, 110 ºC en su superficie. Si entendemos que el gas del interior estaba a la misma temperatura –que es mucho entender, pero es para hacernos una idea- y seguimos la ecuación de los gases ideales – os acordaréis del instituto, PV=nRT- tenemos que con que la temperatura descendiera unos 6 ºC tendríamos la mencionada bajada en 0,3 psi. A menos temperatura, las diferencias necesarias serían aún menores. Ridículo.