102 octanos

El club de los extraordinarios

17/10/2013 12:31

El cuarto mundial está a la vuelta de la esquina. Sebastian Vettel entrará, en pocas semanas, en uno de los más selectos clubes de la historia de la Fórmula 1, donde sólo se encuentran Juan Manuel Fangio, Alain Prost y Michael Schumacher. Sólo ellos han superado la brecha de los tres campeonatos mundiales. ¿Los mejores de la historia? Estadísticamente, sí.

No se proclamará campeón en loor de multitudes ni lo hará rodeado de sus enfervorizados seguidores con jarras de cerveza de alta cilindrada. India, uno de los trazados que abanderan la nueva F1, agasajará a su modo y con casi total probabilidad a Sebastian Vettel como campeón mundial. Lo hará con la mayor demostración de dominio desde los tiempos de su compatriota Michael Schumacher. No en vano, él mismo, con sus puntos sumados hasta la fecha, ganaría tanto el mundial de pilotos como el de escuderías.

¿Es Vettel el mejor de la historia? Eso sólo el tiempo lo dirá, aunque siempre quedará la obligada lectura bajo el prisma de las eras tecnológicas de la categoría. Desde 1950, 740 pilotos han tomado parte en, al menos, una carrera de Fórmula 1. Sólo 32 han sido campeones. 17 lo han logrado en una ocasión, 6 han alzado dos títulos, 6 más han logrado tres, pero sólo tres han conseguido, por ahora, un mínimo de cuatro. Son ellos:

 

JUAN MANUEL FANGIO 
Campeón en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957
51 carreras / 24 victorias / 29 poles / 23 vueltas rápidas / 35 podios 

La de Juan Manuel Fangio es la historia del mejor piloto de Fórmula 1 desde la perspectiva de la proporción estadística. Su palmarés refleja 5 títulos en siete temporadas (de 1951 a 1958; en 1952 no participó) y 24 triunfos parciales en apenas 51 salidas, equivalente a un casi perfecto un 50%. 

El Chueco se inició al volante de los míticos Alfa Romeo 158 de Gioacchino Colombo en el año fundacional de la F1, 1950. Después de lograr el subcampeonato de esa temporada tras su compañero Nino Farina, el Chueco certificó su primer título en la actual Avenida de la Diagonal de Barcelona, escenario de su tercer triunfo anual y de esos necesarios nueve puntos para batir a su coequipier, Alberto Ascari

En una era de pobres pero decisivos avances tecnológicos, el argentino tuvo siempre una virtud destacada sobre el resto: supo siempre encontrar el mejor asiento posible. En 1952 firmó con Maserati, aunque su temporada quedó marcada por un gravísimo accidente que le dejó fuera de juego durante todo el año. El argentino retomó el volante en 1953, que finalizó como subcampeón tras Ascari. 

La gran racha de Fangio arrancó al año siguiente, el mismo en el que, haciendo gala de la virtud recién expuesta, dio un brusco giro de timón en plena campaña para aunarse a la formación oficial Mercedes, que regresaba a las carreras tras 15 años de ausencia. Los medios y la implicación del conjunto de la estrella eran extraordinarios, como prueba el hecho de que diseñaron dos carrocerías para su chasis W196, una con las ruedas descubiertas para circuitos lentos o mixtos, y otra con éstas tapadas, al más puro estilo sport prototipo, para las pistas más veloces. Al volante de uno de ellos ganó en la carrera de su debut, Francia, y luego en Alemania, Suiza e Italia, certificando su año de mayor dominio en la parrilla (previamente había ganado en Argentina y Bélgica con un Maserati 250F). Al más puro estilo Sebastian Vettel, que diríamos hoy día.

Su era triunfal se prolongó durante tres temporadas más, la primera con Mercedes y, desde 1956, con Ferrari tras la retirada de la firma de la estrella por el accidente de Pierre Levegh en las 24 Horas de Le Mans. Nunca del agrado del Commendatore, semanas después de sellar su cuarto cetro retornó a Maserati para cerrar la segunda mejor racha de títulos de la historia, la misma que, por cierto, Sebastian Vettel aspira a igualar la próxima semana. El Chueco lo hizo, además, con una gesta en el mítico Nordschleife, donde recortó 48" de desventaja a los ferrari de Mike Hawthorn y Peter Collins para anotarse la que muchos todavía consideran la mejor victoria de todos los tiempos. Su última y la más grande.

Accidente en 1952:

 

Fangio describe cómo era la F1 de la época y traza un giro a Mónaco con el Lancia D50: 

 

Biogragfía de Fangio:

 


ALAIN PROST
Campeón en: 1985, 1986, 1989 y 1993
199 carreras / 51 victorias / 33 poles / 41 vueltas rápidas / 106 podios 

Las cifras de Alain Prost son las más difícilmente paragonables dentro del selecto club de los cuatro mayores dominadores de la F1. Y todo por dos motivos: el primero, la calidad de la oposición a la que debió hacer frente. El segundo, que a diferencia de Fangio, Vettel o Schumacher, pocas o muy pocas veces fue el número uno en su propio equipo, .

El francés debutó en la categoría reina en 1980 de la mano de McLaren. En el seno de un equipo en plena transición histórica, logró puntuar en cuatro carreras para acumular cinco puntos, uno menos que su compañero, el barbudo John Watson. Ante la falta de progresos de la formación inglesa, el piloto de Lorette se embarcó en la aventura Renault. Al volante de una de las míticas teteras amarillas, negras y blancas llegaron sus primeros triunfos, aunque su denostada fiabilidad acabó evaporando toda opción de título para el corredor galo. 

La mala racha se prolongó en 1984, temporada en la que, ya en McLaren, vio como su compañero Niki Lauda le arrebataba la gloria por apenas medio punto, la diferencia más pequeña entre primero y segundo en un mundial de todos los tiempos. Su redención llegó al fin en 1985 y 1986, temporadas en las que arrasó al Ferrari de Alboreto y al Williams de Mansell. Bueno, miento, al Williams de Mansell lo arrasó un pinchazo en Adelaida...
El paso del tiempo y de los triunfos fue consolidando a Prost en la categoría reina con el mote de "El Profesor". ¿El motivo? Su extrema habilidad en la puesta a punto de los coches. Recomendación: si queréis comprobarlo a escala mundana, os recomiendo este libro de Prost con Pierre-François Rousselot, una de las joyas de mi biblioteca particular.

El devenir histórico de Alain en la F1 tiene su segunda etapa a partir de 1988, cuando un joven brasileño se cruzó en su camino para truncar una carrera deportiva que apuntaba, como poco, a los cinco títulos de Fangio. A pesar de ello, Prost se anotó el de 1989 y, previa huida a Ferrari y un 1992 sabático, el de 1993, esta vez en el cockpit de uno de los todopoderosos y electrónicos Williams-Renault. 

 

MICHAEL SCHUMACHER
Campeón en: 1994, 1995, 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004
306 carreras / 91 victorias / 68 poles / 77 vueltas rápidas / 155 podios 

Si Fangio fue el rey de la proporción, Michael Schumacher es el absoluto emperador de la estadística. Suyos son todos los récords actuales en la especialidad reina, excepto el de puntos sumados, que le arrebató Fernando Alonso el pasado domingo en Suzuka. 

El 'Káiser' fue el relevo natural de Senna como talento emergente tras la muerte del brasileño en Imola. Ese 1994 selló el primero de sus siete entorchados, al que seguiría un menos polémico segundo cetro en 1995. Tanto en uno como en otro, Schumacher se impuso al británico Damon Hill, uno de los pilotos más difíciles de encasillar de la era moderna y que, pese a su exitoso 1996, jamás se ha considerado como gran campeón.

Ese aspecto, el de los rivales de altura, es el verdadero lunar de la era Schumacher. Tras su fichaje por Ferrari, el alemán se aseguró un rol de indiscutible piloto número uno en el equipo y, al igual que Vettel hoy día, vio cómo la escudería se construía a su alrededor. A esta circunstancia hay que añadir la supremacía técnica de la rossa de Jean Todt, Ross Brawn y Rory Byrne sobre el resto, que invirtieron el período que va de 2000 a 2004 a pelearse por las migajas del subcampeonato. Los Häkkinen, Coulthard, Räikkönen o Barrichello quedaron aniquilados por el piloto de Kerpen, cuyo dominio tocó a su fin en el momento en que la FIA reescribió el reglamento de 2005 a la medida de Michelin, prohibiendo los cambios de gomas en carrera. Esta circunstancia, no replicada al año siguiente, una rotura de motor en Suzuka y el advenimiento de Fernando Alonso pusieron el broche a la etapa gloriosa de Michael en la F1, que ya no encontró réplica en su inexplicable retorno de 2010 con Mercedes.

 

Vídeo homenaje (en alemán): 

 

SEBASTIAN VETTEL
Campeón en: 2010, 2011 y 2012
116 carreras / 35 victorias / 42 poles / 21 vueltas rápidas / 58 podios 

El último en discordia está a una carrera de certificar su cuarto mundial. Con ello igualaría los títulos consecutivos de Fangio y se situaría a sólo uno de los cinco enlazados de su compatriota Michael Schumacher. Pero más allá de este detalle, los números de Vettel empiezan a abandonar la modestia, y leídos en clave de porcentajes, asustan. Sus 35 triunfos sobre 116 carreras celebradas equivalen a un apabullante 30,2%, por el 29,7 de Schumacher o el 25,6% de Prost (el 47,1% de Fangio será inalcanzable). El joven 'Frigodedo' también iguala a su compatriota en el tanto por cien de podios (un 50% clavado), y lo apabulla en pole positions (36,2%, por el 22,2 de Michael), presencias en primera línea (51,7% por 37,9) y pruebas lideradas (52,6% contra 46,4).

Como ya apuntamos hace unas semanas, ninguno de estos números sería posible sin un equipo perfecto. Al igual que Fangio, Prost o el propio Michael, Vettel también ha reunido el monoplaza idóneo en el momento adecuado, y ha gozado en todo momento del beneficio de un equipo volcado a su favor, algo que sólo Prost ha podido echar de menos. No en vano, su escudería prefirió arriesgarse a perder su primer mundial en 2010 a que la ganara su segundo corredor, Mark Webber, que contaba con opciones más realistas a tres carreras del final. Pero la jugada salió, y al final fue el joven de Heppenheim quien inició la actual racha de triunfos. 

A la hora de medir sus méritos reales, Vettel ha recibido ataques desde todos los frentes. Pero pocos, o muy pocos, reparan en un detalle: a diferencia de sus otros tres predecesores en el club, Sebastian ha debido hacer frente a una nómina superior de rivales con opción a ganar en una misma temporada. Así, las estrictas dualidades de antaño se han visto multiplicadas por cuatro en la presente década, con corredores como Alonso, Hamilton, Button, Rosberg o Räikkönen capaces de ganar carreras. 

Es probable que no sea el mejor de la historia. Es probable que Fernando Alonso, como reza el cliché periodístico español, sea el número uno actual. Es probable que muchos de sus rivales también campeonaran con un Red Bull. Es probable, sí, pero no factible. Y para ti, ¿quién es mejor?