Sainz y la bandera negra y naranja: "No sé por qué me hicieron entrar"
Toro Rosso estaba ante una gran oportunidad de sumar una buena cantidad de puntos en Singapur después de perder un poco la dirección de desarrollo con el monoplaza en las últimas carreras. El nuevo paquete aerodinámico del GP de Alemania es difícil de entender y, tal como hicieron en el GP de Italia, tanto Carlos Sainz como Daniil Kvyat corrieron con las dos especificaciones del coche en Marina Bay: la del GP alemán y la primera versión del STR11.
Los resultados fueron alentadores: sexta y séptima posición gracias a que el trazado asiático de Singapur se adapta muy bien al monoplaza de Toro Rosso. Sin embargo, la mala suerte volvió a cebarse con Carlos Sainz. Max Verstappen, quien salía literalmente delante del piloto madrileño en cuarta posición, salió mal y obligó al español a esquivarle por la derecha en la arrancada; no obstante, Nico Hülkenberg salió mejor desde atrás y se vio en un embudo entre Sainz y Kvyat, lo que propició un toque entre el de Force India y Carlos que acabó con el primero retirado antes de llegar a la primera curva y con el segundo con daños en el 'barge board' del STR11.
Con el MGU-K habríamos tenido opciones de puntuar, es por eso por lo que estoy cabreado
Debido a que ese elemento colgada del chasis del coche, los comisarios ondearon la bandera negra y naraja a Sainz, lo cual le obligaba a parar en boxes a reparar los daños porque se consideraba una situación de peligro para los demás pilotos. Sin embargo, el piloto madrileño cree que no era necesaria tanta precaución. "No creo que estuviese poniendo en peligro a nadie, no sé por qué me han hecho entrar. No había nada peligroso en el coche, pero me vi obligado a parar antes de tiempo. A pesar de los daños en el monoplaza, tuvimos un buen ritmo de carrera antes de hacer la parada obligatoria. Una vez entré al box, salí detrás de todo el tráfico, y cuando eso ocurre ya sabes que se arruina cualquier posibilidad de poder lograr un buen resultado".
A pesar de la bandera negra y naranja, Sainz perdió el MGU-K desde la vuelta veinte hasta el final del Gran Premio, dejándole sin posibilidades de poder puntuar. "Cuando se pierde el MGU-K, como me ha ocurrido durante la carrera en la vuelta veinte, sabía que tendríamos que dar lo mejor de nosotros mismos durante las 41 vueltas restantes, con 600 caballos de potencia, en contra de los 900 que llevaban los demás pilotos. Eso fue por lo que realmente salió mal el Gran Premio. De no ser por ese fallo en el MGU-K, seguramente hubiésemos tenido alguna opción para poder haber estado en la zona de puntos. Es por eso por lo que estoy cabreado", concluyó el piloto de Toro Rosso en palabras recogidas por Autosport.
