Sainz niega un posible favoritismo a Verstappen en Toro Rosso
La Fórmula 1 no es un sendero de luz y color. Cuando Carlos Sainz conoció su destino con el Toro de la bebida energética, sabía que le acompañaría a su lado un chico que ni siquiera llegaba a la mayoría de edad. El 'nuevo Senna', decían algunos. La lucha encarnizada entre él y Verstappen iba a ser el 'dale perico al torno' de una temporada. Pero en Hungría, a Carlos, más que una mosca, se le pusó una avispa detrás de la oreja.
El epicentro de la polémica se originó en la calle de boxes húngara. Max Verstappen, por detrás de Sainz, para en boxes y sale del mismo sin nada reseñable. Sainz lo hace en la siguiente vuelta encontrándose allí la sorpresa. Los mecánicos tardan más de lo que ordenan los cánones y sale por detrás del joven holandés. Parada lenta. Muy lenta. Y no es la primera vez...
Cuando Sainz vio el corralito no se lo pensó. Esta vez no se iba a callar: "Imagínate el cabreo que tengo. Me tienen que dar explicaciones de por qué no me han parado a mí primero cuando yo iba detrás de los Williams. Me han dejado en pista y entonces Alonso y Verstappen me han adelantado haciéndome en boxes. Tampoco hemos parado durante el coche de seguridad".
Pero en frío todo se ve mejor. O por lo menos, se hace por observarlo por distinta mirilla. Se guardó el rifle y volvió a tomarse un Red Bull, sin cafeína, claro, para hablar sobre la polémica. "Ellos querían que pasaramos a los Williams y esa parecía la mejor manera. No quiero polémica, simplemente hago lo mejor posible y espero conseguir un buen resultado en las próximas carreras para Toro Rosso".
