Rosberg torea la lluvia mejor que nadie y se lleva la Pole con Vettel 2º
La lluvia apaga fuegos, pero en la Fórmula 1 los enciende. Hoy unos cuantos pilotos pueden dar buena fe de ello. Las nubes se han mostrado indecisas y han descargado a ratos, como si quisieran darse el capricho de depararnos una calificación que echara abajo todas las apuestas. Bueno, no todas… Quien apostara como caballo ganador a uno de los Mercedes no se habrá equivocado, ni en estas fallan.
Al menos no lo ha hecho Rosberg. Nico ha sido el que mejor partido ha sacado en las condiciones más difíciles posibles. No solo porque haya conseguido la pole position, su cuarta de la temporada, sino porque lo ha hecho metiendo cinco posiciones de por medio a Hamilton. Lewis cometió un error en su intento decisivo y ni si quiera cruzó la meta. Se marchó directamente a boxes con una pobre sexta plaza.
Una manera gris de comenzar el gran premio de su casa. Los británicos tienen puestas todas sus esperanzas en él para que les lleve de vuelta el campeonato del mundo cinco años después, pero cometiendo este tipo de fallos está cediendo poco a poco el terreno con Rosberg. La consistencia del alemán está siendo la clave de su liderazgo, pero mañana Hamilton saldrá más motivado que nunca y no se puede descartar nada.
Detrás de la flecha de plata número 6, saldrá el dorsal que más impone y que tan poco se ha dejado ver este año en la primera fila, el 1 de Vettel. En unos últimos instantes de infarto, Sebastian ha tirado del innegable talento que tiene cuando el asfalto está mojado para colocarse en una gran segunda plaza con un Red Bull favorecido por estas condiciones. Tras ellos, Button salvando el orgullo británico y Hülkenberg completando un gran día para Alemania.
Sus compañeros en McLaren y Force India, Magnussen y Sergio Pérez, forman las rebanadas de pan del sándwich de Hamilton y ambos Toro Rosso, con Kvyat otra vez por delante de Vergne, culminan un top ten exclusivo de cinco escuderías. Por ahí, en la octava posición, encontramos a un australiano, Ricciardo, que no habrá sonreído tanto cuando haya visto desde el garaje que al final la pista estaba más seca de lo que creía.
Fuera de las diez primeras posiciones, e incluso de la Q2, se quedaron los dos monoplazas de Ferrari y los dos de Williams. Tanto en el garaje de los de Maranello como en el de los de Grove reaccionaron tarde en la primera tanda de la calificación y salieron con los neumáticos medios una vuelta más tarde que el resto, encontrándose con una lluvia que les amargó el sábado.
Así, Alonso, que se salió de pista con un coche inconducible, se ha visto abocado al fondo de la parrilla. Decimonovena plaza que se convierte en decimoséptima gracias a las dos sanciones de Gutiérrez, por su salida peligrosa de boxes en Austria, y de Chilton, por cambiar la caja de cambios. Las opciones de Fernando pasan porque lo que le ha quitado la lluvia hoy se lo devuelva mañana con una carrera impredecible.
La alegría para Ferrari, pero por su motor, se la ha dado Jules Bianchi, quien ha conseguido la mejor calificación de la historia de Marussia adjudicándose la decimosegunda posición. Chilton ha quedado justo por detrás, pero su penalización le lleva a ser 18º. En el apartado de incidencias, apunten dos de Sauber, con Sutil encallado en la arena y Gutiérrez golpeándose contra las barreras, y los problemas de turno de Maldonado. Mañana, siéntense, disfruten y cojan un paraguas por si acaso…
