GP de Gran Bretaña - Carrera

Ni Williams ni la lluvia impiden la fiesta de Hamilton en su casa

Víctor Serrano
05/07/2015 15:36

Lleva desde 1950 repartiendo espectáculo, y con el paso de los años no ha perdido la forma. Por algo Silverstone es la cuna del motor. Rara vez decepciona. Y en esta novena cita del 2015 no iba a ser menos. Al final nos dejó el resultado que menos riesgos depara en las apuestas, solo hubo que escuchar los gritos de celebración del público para saber quién acabó en lo más alto: Lewis Hamilton. Sí, lo mismo de siempre, pero con un aderezo mucho más sabroso.

Porque el guion que se había escrito para esta cita británica, un duelo a cuatro manos entre los Mercedes sin preocupaciones a sus espaldas ni sobre sus cabezas, empezó a cambiar justo cuando se apagó el semáforo. Massa y Bottas salieron como un disparo amenazando el liderato de las flechas de plata. Tanto fue así, que la amenaza se convirtió en realidad cuando Felipe adelantó a Hamilton y Valtteri estuvo cerca.

Lewis estiró todo lo que pudo los límites de su W06 para retener al finlandés a su espalda, mientras que Rosberg seguía la escena desde la cuarta posición. Al primer paso por meta, todo seguía igual con la única diferencia de que quien comandaba la carrera era el Safety Car. Un toque entre los Lotus que acabó con los dos fuera y también con Button, a quien golpeó Alonso al trompear esquivando a Maldonado y Grosjean, provocó una accidentada primera vuelta.

Tres vueltas después, el coche de seguridad apagaba sus luces y Hamilton encendía las suyas. Nada más pasar la línea que permite adelantar cuando se relanza la carrera, puso el modo agresivo 'ON' para intentar el adelantamiento sobre Massa. No solo no lo consiguió, sino que además le pasó Bottas. Así, tras cinco vueltas de infarto y para sorpresa de todos, los Williams lideraban en suelo inglés por delante de los Mercedes, pero no durarían mucho…

Era la vuelta 20 y cuando Felipe y Valtteri pudieron reaccionar, ya se encontraron con el líder del Mundial en la primera posición. Williams volvió a decepcionar con su conservadurismo.

Pero las malas noticias para los chicos Martini no acabarían ahí. Cuando quedaban 18 vueltas para el final, las nubes también quisieron dar su ración de incertidumbre dejando caer agua. Y ahí, a los monoplazas blancos les salieron imperfecciones por todas partes, momento que aprovechó Rosberg para quitárselos de encima y también Vettel, más rápido montando las gomas intermedias, para arrebatarles el podio que tanto habían luchado. Como ven, lo mismo de siempre.

Después de la lucha por lo importante, que se saldó con la quinta victoria de Hamilton, el sexto doblete de Mercedes y 17 puntos de diferencia en el Mundial, llegó el resto de supervivientes. Porque las posiciones restantes se repartieron casi a la mitad entre los que cruzaron la meta y los que abandonaron. Hasta siete coches terminaron antes en el garaje. Especialmente dolorosa fue la retirada de Sainz cuando rodaba noveno y con la lluvia por llegar.

Quien sí acabó viendo la bandera a cuadros, tras cuatro citas sin conseguirlo, fue Alonso. Y, además, lo hizo en la décima plaza. Por tanto, primer punto del año para el asturiano que tuvo que sudar mucho para conseguir. Tuvo que cambiar su alerón delantero tras su golpe con Button y llegó a meta con unos intermedios lisos y con la presión de Ericsson. Fernando fue de los primeros en cambiar gomas y le perjudicó un pequeño parón de la lluvia. Pero logró su cometido.

Räikkönen corrió la misma suerte y pasó de estar delante de Vettel a ser octavo. Kvyat y los Force India, con una salida magnífica, se repartieron el resto de puntos. Después de Ericsson, finalizó Merhi superando a Stevens, que se golpeó contra un muro. Ricciardo con problemas de potencia, Verstappen tras un trompo y un Nasr que ni tomó la salida, protagonizaron los demás abandonos. Silvertsone no dejó un momento de respiro, haciendo honor a su prestigio.