Marussia evoca al patriotismo para seducir a Rusia
Marussia quiere hacerse propio el Gran Premio de Rusia, la cita que a partir de la próxima temporada irrumpirá en el calendario de la categoría reina de la mano de un faraónico circuito cuyo coste asciende, a día de hoy, hasta los 260 millones de euros.
La de John Booth fue una de las dos escuderías que el pasado viernes estrenó el flamante trazado de Sochi, evento donde Rodolfo González y Sergey Sirotkin, éste con un Sauber, hicieron las delicias de una afición que cuenta los días que faltan para el 5 de octubre de 2014.
No queremos limitarnos a llevar el nombre, queremos ondear la bandera
"Nos entusiasma ver cómo disfrutan los aficionados de la Fórmula 1 cada vez que volvemos a Rusia. El grado de conocimiento y el interés de la afición son fantásticos, nos hace sentirnos orgullosos de ser el único equipo con propietarios rusos que participa en el deporte", ha dicho su director ejecutivo, Andy Webb.
"Hemos visitado Sochi y Moscú en varias ocasiones, ésta es nuestra forma de demostrar que Rusia se encuentra en lo más hondo del espíritu de nuestro equipo. No queremos limitarnos a llevar el nombre, queremos ondear la bandera, tanto aquí, en casa, como en la otra veintena de destinos internacionales a los que la Fórmula 1 viaja cada temporada".
Webb ha finalizado su intervención aseverando que Sochi "podrá estar realmente orgullosa" del evento internacional que albergará el año que viene, y ha recordado la voluntad de Marussia de contribuir al éxito de una cita que abrirá las puertas del deporte a uno de los mercados más interesantes del panorama internacional actual, el ruso
