Según Auto Motor und Sport

La última bala de Marussia: correr en China con un coche de 2015

Víctor Serrano
06/02/2015 16:52

Ayer supimos que a Caterham se le cerraron las puertas de la Fórmula 1 definitivamente y, ahora, el Grupo de Estrategia intenta hacer lo propio con el otro equipo que aún no había entrado en el paddock, Marussia. Sin embargo, los anglorusos se niegan a que les den un portazo y, aunque les hayan negado la posibilidad de correr esta temporada con el coche del pasado año, todavía no quieren quitar el pie de la puerta.

Quedaría una posibilidad, una cara del dado en la que encontrarían la suerte: el GP de China. Ese, la tercera cita del calendario, es el nuevo objetivo en el que ponen todas sus esperanzas para no abandonar de forma irrevocable el juego. Y es que, según apuntan desde Auto Motor und Sport, lo que se plantean es fabricar un monoplaza acorde con las normas vigentes esta temporada y presentarse con él en la carrera asiática.

A 34 días para que se apague el semáforo en Australia, es materialmente imposible construir un Fórmula 1 que esté presto y dispuesto para salir de la parrilla. Lo mismo ocurre con la siguiente estación del Mundial en Malasia dos semanas después. Pero, ¿para Shanghái? Eso es lo que van a intentar, al menos, en Marussia. Hasta el fin de semana del Gran Premio, del 10 al 12 de Abril, disponen de más de dos meses para superar tal reto.

Si solo fuera cuestión de tiempo, puede que trabajando de sol a sol y apurando todos los plazos posibles consiguieran tener un bólido preparado para competir, aunque sea con las mínimas condiciones. Pero, el mayor problema al que se enfrentan no es al reloj, sino al dinero. El mismo dinero que les lleva martirizando desde que tuvieron que renunciar a tomar parte de las tres últimas carreras de la pasada campaña.

La única forma de hacerse con los recursos necesarios para el planteamiento que quieren seguir es logrando un inversor que asegure su supervivencia. Ya a mediados de enero el jefe del barco, John Booth, aseguró el día después de posponer la subasta de sus bienes que estaban manteniendo conversaciones con un "inversor creíble" y que la probabilidad de alcanzar un acuerdo que les rescatara era "bastante alta". Pero, aún no se ha concretado nada.

Si las discusiones fructificaran, creen que todavía estarían a tiempo de asegurarse su presencia este año y de no perder el premio de 40 millones de euros que les corresponde del noveno puesto que alcanzaron en 2014 (gracias a los dos puntos que sumó Jules Bianchi en Mónaco) y que se repartirían el resto de equipos si no compadecieran. El destino parece marcarles el mismo camino que a Caterham, pero intentarán desviar el rumbo hasta su último aliento.