Para mejorar el espectáculo

La F1 debe equilibrar la seguridad con el peligro, según Vettel

Miguel Carricas
22/06/2016 12:35

Encontrar el equilibrio entre el espectáculo y la seguridad se ha convertido en una de las grandes tareas pendientes de la Fórmula 1 moderna. La constante búsqueda de la excelencia, la emoción y la pasión de cara al público ha confrontado inevitablemente en numerosas ocasiones con medidas preventivas que buscan evitar fatalidades como la de Ayrton Senna o más recientemente la de Jules Bianchi, una práctica que ha fomentado la implantación de amplias escapatorias de asfalto en los circuitos, el frecuente despliegue de coches de seguridad de virtual bajo situaciones de riesgo, el establecimiento de medidas extremadamente preventivas en condiciones de lluvia o una profunda limitación a las presiones mínimas de los neumáticos.

La F1 trata de adaptarse a los nuevos tiempos en busca de una comunión entre tecnología y riesgo inherente a las carreras que siga atrayendo a diferentes sectores del público. Tras el fallecimiento de Bianchi, acontecido cuando la categoría reina ya inundaba a críticas sobre sus complejos motores híbridos, la FIA intensificó sus esfuerzos en busca de alternativas que limitaran el daño físico a los pilotos en el caso de accidente. La primera herramienta consagrada en este sentido fue el famoso cockpit halo, cuyo concepto básico podría implantarse directamente a los monoplazas del 2017. Su compleja estructura de tres barras suscitó polémica en el paddock, donde emergieron varias críticas hacia su apariencia y funcionalidad.

El debate de espectáculo y seguridad se inició precisamente con el estreno en sociedad del halo. Mientras que algunas voces autorizadas mostraron su preferencia por el 'aeroscreen'de Red Bull, una cúpula protectora que no ha cumplido finalmente con los requisitos de la FIA, otras personalidades priorizaban la integridad de los pilotos a la estética para iniciar una nueva etapa de transformación en la Fórmula 1. Con el diseño del halo aún por definir, la FIA escuchó el clamor popular contra el complejo reglamento técnico de la categoría reina e introducirá unas nuevas reglas en 2017 que modifican la filosofía aerodinámica en busca de más agarre mecánico generado por los neumáticos. Se predicen mejoras de entre 3 y 5 segundos por vuelta, así como una importante reestructuración en el nivel competitivo dominado hasta la fecha por Mercedes.

El carácter más extremo que adquirirá la Fórmula 1 con el nuevo reglamento técnico deberá cohabitar con la llegada de apéndices externos que pretendan garantizar la seguridad de los pilotos, una circunstancia aparentemente contradictoria, pero que marca el prólogo a una nueva hoja de ruta marcada por el esfuerzo conjunto de la acción y la prevención. Preguntado sobre la necesidad de mantener el peligro en las carreras, Sebastian Vettel insiste en que la Fórmula 1 debe cumplir con su esencia histórica y atender la necesidad de exponer riesgos a los pilotos bajo diferentes circunstancias, aunque aplaude los avances en materia de seguridad que pretende efectuar la FIA para no estancar el deporte a niveles de la década de los 80 y los 90.

"Es un equilibrio difícil de encontrar. Quizá suene inicialmente erróneo, pero el deporte de alguna forma debe ser peligroso porque eso es atractivo para la gente. Si pierdes ese ingrediente, la gente ya no siente que es algo fuera de su alcance y es todo menos emocionante. Hay que hacerlo en la forma adecuada, lo cual están intentando conseguirlo. Las reglas del próximo año deberían suponer un paso hacia adelante al menos para los pilotos. Cuanto más rápido vayamos, es fantástico para nosotros. No vamos a dar un paso atrás en ningún sentido, sino hacia adelante", explicó el piloto de Ferrari durante una conferencia de la FIA en Turín.

De esta forma, el germano llama a establecer un "equilibrio" óptimo entre emoción y seguridad que garantice el éxito global de la Fórmula 1 durante los próximos años. "El hecho de que los coches sean mucho más seguros es bueno para nosotros. Hace muchos años, los pilotos no tenían tanta suerte porque los coches no eran tan seguros como ahora. Los ingredientes para la pasión, la velocidad, el peligro y el sonido son muy importantes. Al mismo tiempo, queremos que el deporte sea más seguro. No podemos cerrar los ojos si ocurren cosas malas. Necesitamos reaccionar; creo que lo hemos hecho en los últimos años y lo seguimos haciendo ahora".

Según Vettel, la Fórmula 1 no ha logrado transmitir al público la sensación de velocidad de los monoplazas actuales, aunque confiesa que las anteriores épocas del deporte eran más emocionantes en este sentido. "La competición debería mantener sus pilares básicos, y la velocidad es uno de los esenciales. La sensación de velocidad en las curvas es increíble. Sigue siendo uno de los pilares a lo largo de la historia de la F1 si hablas con pilotos como Stirling Moss; en esa época había el coche más emocionante de Fórmula 1 que podías pilotar. Creo que hasta cierto punto el ingrediente también era el peligro, eso lo hace emocionante".

Por otro lado, Vettel siente que parte de la emoción en el deporte debería adaptarse a través de circuitos peligrosos como el de Bakú, cuya configuración sitúa como una referencia para el resto de eventos del calendario. "Volviendo de Bakú la pasada semana, el circuito recibió muchas críticas por ser demasiado peligroso. No estoy de acuerdo. Creo que la FIA, la gente en Bakú y los organizadores han hecho un trabajo alucinante instalando un circuito sobre un lugar que es discutiblemente adaptable para la competición, pero que es fantástico. Hay un margen de error muy pequeño y creo que por ello la categoría es tan emocionante y ha sido así en el pasado".