Apenas faltan unos meses para su estreno

Howard, director de Rush: "No me preocupa el taquillaje, quiero honrar la historia"

10/08/2013 13:01

Los aficionados de la Fórmula 1 esperan ansiosos la llegada del otoño para poder disfrutar en la gran pantalla de Rush, la primera gran producción cinematográfica sobre la categoría reina desde la emblemática Grand Prix, estrenada en 1966.

Su director, Ron Howard, ha hablado largo y tendido sobre una creación que no solo le ha servido para entender y apreciar el deporte a nivel personal, sino que también le ha permitido edificar un tributo para que todo el mundo pueda comprender la grandeza y la singularidad de la lucha por el Mundial de 1976 entre Niki Lauda y James Hunt.

No me preocupan los ingresos, quería honorar la historia

"No me preocupa demasiado taquillaje, quiero honrar la historia. Mi mantra es que, si conoces y te apasiona la Fórmula 1, espero que sientas la película y contemples a los deportistas con respeto, y que si no te gusta la Fórmula 1, te des cuenta de todo lo que te has estado perdiendo. Espero haberlo conseguido".

¿Pero por qué razón son tan escasas las obras sobre la máxima categoría del automovilismo? En opinión de Howard, el hermetismo por el que se caracteriza el Gran Circo no facilita económicamente la labor a los productores, aunque ha afirmado que en su caso ha contado con el beneplácito de todo el paddock.

"John Frankenheimer (director de Grand Prix) pudo introducirse en la Fórmula 1 de su época, capturar el espectáculo que ya ocurría de forma natural y ponerlo en una película. Hoy en día las cosas son mucho más difíciles y no hay ningún deporte que acepte eso. Hay mucho en juego, muchos patrocinadores, muchos derechos de imagen... Es muy complicado".

Hemos usado coches históricos, hemos construido réplicas y añadido coches digitales

"Eso significa que tienes que crearlo todo, y eso hasta hace poco era caro. Ahora la tecnología digital te permite usar imágenes de archivo y combinarlas con nuevas imágenes, te permite extender las grabaciones originales, poner más coches... Nosotros hemos usado coches históricos, hemos construido algunas réplicas y hemos añadido coches digitales, así que hemos usado todas las herramientas que se puedan concebir".

"También hemos hecho un truco como el de Forrest Gump, pero en lugar de poner a Tom Hanks al lado de Richard Nixon, hemos puesto el coche de Niki Lauda en un grupo de coches en Monza. La imagen que encontramos ya era lo suficientemente buena, así que hemos podido adaptarla a nuestra historia con apenas un poco de manipulación", explicó.

"La gente de la Fórmula 1 ha sido muy cálida, pero no han tenido nada que ver con la película. No les hemos preguntado casi nada. La gente de la Fórmula 1 histórica es fantástica, nos han facilitado los coches y la gente que los gestionaba nos ha ayudado a modo de asesores técnicos. Eso ha significado mucho para nosotros, no lo habrían hecho de no haber sentido que nos daban la bienvenida".

El director de El Código Da Vinci también se congratuló de que el resultado final satisficiera las expectativas de los protagonistas de la categoría reina moderna, quienes dispusieron de la oportunidad de asistir al preestreno de la obra en el trazado del Nürburgring.

"(Niki Lauda) está muy contento. No ha tenido un control como tal sobre el proyecto, pero el guionista, Peter Morgan, lo ha escuchado cada vez que tenía algo que decir. Pero Niki ha confiado mucho en nosotros y lo ha dejado en nuestras manos, ha sido una decisión muy valiente por su parte, pero todos sabemos de Niki y su coraje".

"(En Nürburgring) era la segunda vez que Niki la veía y me dijo que la disfrutó aún más. Estaba sentado al lado de Lewis Hamilton, le hizo sentirse muy orgulloso. Después, Bernie me agradeció que hubiera hecho la película, le emocionó. Fue muy atento conmigo, siempre lo ha sido", añadió.

No hay duda alguna de que esta obra ayudará al deporte en su eterno afán por hacerse un hueco en el mercado estadounidense, dominado a día de hoy por los monoplazas de la IndyCar y los stock-car de la NASCAR. Ron está convencido de que son necesarias más carreras en suelo americano para revertir esta situación.

"No ha habido muchas carreras en los Estados Unidos. El deporte es muy importante para América, al igual que la idea de que haya un equipo de tu país. En todos los deportes hay una actividad, pero luego también está 'tu equipo'. Es como el sentimiento que los europeos tienen con sus equipos de fútbol. Pienso que la diferencia en los husos horarios también tiene un gran impacto, ya que nunca resulta conveniente ver las carreras".

"En lugar de venir por un gran evento y luego marcharse, creo que más carreras serían la respuesta a todas estas preguntas. Austin continuará, sería genial que Nueva Jersey también estuviera, luego ya está Montreal y sería cuestión de encontrar otro lugar en la costa oeste, y otro en México quizá. Eso bastaría para una buena introducción de la Fórmula 1 en los Estados Unidos".