GP de Japón - Carrera

Hamilton vence en un GP recortado por un grave accidente de Bianchi

Víctor Serrano
05/10/2014 11:00

Nada importaba. Ni quién ganó ni quién salió perdiendo. Lo único que nos tenía en vilo tras una carrera dominada por la lluvia y por Hamilton era el estado de Bianchi. El francés perdió el control de su Marussia y se salió de la pista en una de las 'S' con tan mala suerte que se estrelló contra la grúa que estaba rescatando el coche de Sutil en el mismo sitio. El accidente fue grave y Jules fue trasladado al hospital.

El percance llegó a siete vueltas del final, cuando la lluvia volvía a apretar con fuerza sobre Suzuka y la pista estaba muy delicada para aquellos que seguían aguantando el tipo con neumáticos intermedios, y obligó a que se suspendiera la carrera por la gravedad de la situación. Con el 75% del Gran Premio completado, se pudieron repartir todos los puntos teniendo en cuenta cómo iba la clasificación dos vueltas antes de la bandera roja.

La carrera ya empezó a complicarse incluso antes de que empezara con la situación tan delicada que dejaron los primeros coletazos del tifón Phanfone. La pista estaba impracticable, incluso Sergio Pérez se salió del asfalto en su vuelta de camino a la parrilla, y la salida se hizo tras el Safety Car. Después de dar dos vueltas, se decidió parar la carrera durante 15 minutos y volver a reanudarse con el coche de seguridad.

Cuando se retiró definitivamente el Mercedes de Bernd Mayländer, pasadas ocho largas e innecesarias vueltas porque la pista llevaba tiempo estando en condiciones para la acción, le tocó el turno a los otros coches de la estrella. Y ahí, Hamilton empezó a hacer camino para lograr su octava victoria de la temporada y conseguir distanciarse en 10 puntos de su compañero y rival Rosberg en un nuevo doblete de los de Brackley.

Lewis no dejó crecer en ningún momento la ventaja que llevaba Nico en más de dos segundos y se le veía mucho más fino y seguro al volante, tanto es así, que tras hacer la primera parada para poner intermedios, se echaba encima del alemán. El líder del pelotón le estaba frenando y no tardó en pasarle con la ayuda del DRS al final de la recta principal metiendo la directa hacia el triunfo. Pudo hacerlo antes si no hubiese salido antes de llegar a boxes.

El británico no fue el único que se sintió como un pez en el agua en estas difíciles condiciones, los Red Bull también volaron. Su privilegiada aerodinámica, algo en lo que nunca fallan, les permitió tener un gran ritmo, por momentos el mejor de la carrera, y deshacerse de los Williams sin problemas. Primero Massa y luego Bottas, y en el mismo sitio: Vettel lo hizo en la horquilla y Ricciardo a la salida de las 'S', en la curva Dunlop.

Sebastian se mereció subir al podio por el recital que dio en la pista, volviendo a demostrar que es uno de los mejores con el asfalto mojado, y así fue. Aunque Daniel acabó tercero, la norma que cuenta la clasificación dos vueltas antes si una carrera acaba con bandera roja le apeó del podio. Tampoco pudo salir a él un valiente Button, que llegó a rodar tras los Mercedes al ser el primero en cambiar a neumáticos intermedios. Finalmente, fue quinto.

En esa posición, como suele, fue en la que empezó Alonso. El asturiano estaba muy motivado con las posibilidades que ofrecía a su talento una prueba en mojado de principio a fin, pero todo se fue al garete antes de que pudiera si quiera comenzar la acción. Cuando el Safety Car estaba en su segunda salida, el F14-T de Fernando se paraba por un fallo eléctrico obligándole a bajarse del coche por segunda vez en las últimas tres carreras.

Además de los Williams, con Bottas y Massa colocados en el orden natural de esta temporada, terminaron en los puntos los Force India con Vergne entre medias. Fuera de ellos se quedaron Räikkönen, que perdió mucho tiempo en su segunda parada, y Magnussen, que se vio obligado a pasar por boxes una vez más para cambiar de volante. Así acabó todo mientras la preocupación recorría el paddock y nuestras cabezas. Fuerza Jules.